EL VALOR DE LA SOLEDAD BUSCADA...

Papimelli se ha ido hoy unos 10 días fuera por cuestiones de trabajo... en mi vida antes de nacer Repollete y Princesita me hubiera quedado sola en casa y hubiera disfrutado de ello. Me habría organizado el día para dedicármelo en exclusiva, y hubiera dedicado la noche para mis cosas... me encanta estar sola en casa, de hecho mis tres primeros meses de embarazo los pasé sola, de vez en cuando abandonaba mi vida de eremita y me iba a casa de mi madre, pero estube tres meses disfrutando mi soledad... y digo disfrutando porque saboreaba cada instante dedicado en exclusiva para mi misma, y pensaba en que pronto tendría dos mellizos que impedirían que estuviera sola.
Hay gente que ante la idea de quedarse solo les entra el miedo... de hecho tengo amigas que me preguntaban como puedo dormir por la noche sola, y yo opino que en esta vida como todo hay que acostumbrarse, que hay que aprender a estar con uno mismo y a pensar en nuestras cosas con tranquilidad.
No es lo mismo la soledad buscada que la soledad impuesta, pienso en mi misma cuando tenga 80 años y probablemente entonces no me guste estar sola, aveces es duro no tener a nadie con quien hablar en todo el día, nadie a quien contarle lo que has hecho, nadie con quien reir o con quien llorar.
El trabajo de Papimelli hace que en ocasiones se ausente, y es algo que tengo muy asumido, al principio de vivir juntos mucha gente me decía que si él se iba yo marcharía a casa de mi madre, pero no es el caso, valoro mi intimidad, valoro mi independencia... me gusta cerrar la puerta de casa con llave y quedarme con la sensación de que todo mi mundo está en esta casa y que no necesito a nadie.
A partir de nacer Repollete y Princesita fuí consciente de que ya no estaría sola, y aveces lo deseo, muchas veces le digo a Papimelli o a mi madre que me encantaría quedarme 24 horas sola en mi casa en plan cura antiestrés... pero creo que se lo toman a broma, y no es cierto... me encantaría tener un día para mi y aprovechar para leer todo lo que tengo pendiente, para hecharme todas las mascarillas y potingues del mundo, para depilarme, para escuchar música mientras bailo y canto a gritos... añoro esa soledad.
He pasado de una vida libre e independiente a ser mamá de dos niños preciosos y claro aveces cuesta habituarse... ahora que están ellos y Papimelli se ha ido fuera 10 días me ha tocado organizarme... no puedo quedarme sola asique he tenido que recurrir a mi hermana y a mi madre para que me ayuden mientras trabajo el rato que no están en la guardería... odio la sensación de tener que pedir nada, odio la sensación de que tienen que venir porque sí... aunque se que lo hacen encantadas.
Hoy a amanecido un día soleado precioso... en cualquier otra ocasión me hubiera cogido mi mp3 y me hubiera ido a andar, a reflexionar sobre mis cosas, hubiera comido por ahí.... pero ahora con Repollete y Princesita mis obligaciones son otras, asique el paseo no será sola sino bien acompañada.
Tengo alguna amiga que se hechó las manos a la cabeza cuando supo que Papimelli me dejaba sola justo antes de iniciar el tratamiento ¿y si te quedas embarazada que harás sola?... creo que hay un miedo generalizado al hecho de estar solo... creo que aveces necesitamos a los otros para evitar pensar en nuestras cosas, nos da pánico estar solos, pero solos nacemos y solos morimos y hay que asumirlo.
Trabajando en un residencia de ancianos, una mujer con 6 hijos comentaba que tubo los hijos que Dios le dió, dicíéndole yo que no quería hijos (era otra época y yo era joven e inesperta) me dijo ella que había que tener hijos porque si no morías solo... en fin no voy a comentar este comentario porque da para mucho.
Aveces está bien tener tiempo para nosotras, para estar solas, para pensar y hacer lo que queramos, pero también es maravilloso tener a alguien a quien contarle tus cosas, con quien hablar de frivolidades, con quien reír, con quien llorar, con quien jugar interminables partidas de monopoly mientras comes castañas asadas y fuera llueve. Papimelli te hecharé de menos estos 10 días, pero que sepas que me encanta tener el mando de la tele.

FRASE DEL DÍA: si un hombre te dice que te pareces a un camello no le hagas caso, si te lo dicen dos mirate a un espejo.