viernes, 20 de noviembre de 2015

LO GRIS DE LA MATERNIDAD

Hoy plagio a batallitas de mamá. En realidad no la plagio pero la entrada que podéis leer en el enlace me hizo reflexionar sobre la cara B de la maternidad.
Yo entré en esto de la maternidad un poco por “ver que pasaba”. Vamos a probar con un tratamiento de fertilidad y si acertamos perfecto y si no… pues tampoco pasa nada porque si visualizo mi vida sin niños (aunque ahora no los cambie por nada del mundo)
Nunca pensé que la cosa sería tan fácil (esto puede llegar a parecer un insulto para muchas de las que lo estáis intentando o las que lo habéis intentado durante años y no lo habéis logrado), pero para mi fue llegar y besar el santo aunque para ello tuviera que recurrir a una ovodonación con todo lo que conlleva.
El caso es que alguien como yo, con 30 años y que nunca se había visualizado a si misma con niños, y que nunca había tenido cerca a uno de ellos se vio embarazada y nada más y nada menos que de mellizos…
Durante mi embarazo no pensé nada en la que se me venía encima, soy de las que trato los problemas según vienen y no me amargo pensando en lo que va a suceder nada más que lo estrictamente necesario.
Y de repente alguien como yo acostumbrada a irme a trabajar por la mañana y volver por la noche, acostumbrada a sentirme a gusto con mi trabajo, a encantarme madrugar para ir o con la libertad de hacer lo que me diera la gana me vi con dos niños y sola.
Si, Papimelli estaba allí, Papimelli siempre ha estado allí, pero no es lo mismo una madre que un padre en muchos niveles, al final la gran responsabilidad era mía y la que se tiraba todo el día con ellos encerrada era yo.
El primer año de vida de mis hijos fue agotador, ya os he hablado muchas veces de ello, criar dos niños a la vez no es fácil y el secreto es únicamente organizarse, rutinas, pedir ayuda siempre que se pueda y sobretodo guardar un hueco para ti.
Batallitas contaba en esa entrada como un día después del agotamiento y encerramiento en el que se veía sumida se plantó unos vaqueros ajustados y se puso monísima e ideal para ir a la farmacia… y ese es el secreto…. Me refiero a que cuando una es madre en mi caso por partida doble y en el caso de Batallitas de un niños pequeño y ahora de un bebé con poquito tiempo de diferencia es fácil caer en la dejadez o en el caos y en la desesperación.
El primer año de vida de mis hijos yo era poco más que un zombi… no exagero, tengo pocas fotos de aquella época y las pocas que hay estoy con ojeras, y cara de sueño y agotamiento.
En aquel momento mis días consistían en atender a un niño y atender al otro y aprovechar la media hora u hora que me dejaban para lo que fuera… en un principio ese “lo que fuera” era recoger la casa, hacer comidas, poner lavadoras….. hasta que me di cuenta de que yo lo que necesitaba era descansar, asique mientras ellos dormían yo descansaba y las tareas domésticas las dejaba para cuando se pudiera.
Mis hijos eran buenos dormidores y buenos comedores…. Asique tampoco me dieron trabajo en ese sentido.
Nuestra familia estaba lejos, mi madre ocupada con la suya que estaba enferma venía cuando podía y nosotros aprovechábamos para descansar…. Poco a poco esa necesidad de descansar no lo fue tanto… los niños iban alargando las tomas nocturnas y nos fuimos acostumbrando a las rutinas y sobretodo a hacer las cosas más cómodas, por ejemplo el día que tenía ganas cocinaba, congelaba y luego tirábamos de tuppers.
Poco a poco me fui dando cuenta de que para que los niños estuvieran bien yo debía estar bien y fui recobrando un poco mi parcelita de no-madre, empecé a escribir este blog, quedaba con alguna amiga a tomar algo o salía a ver escaparates…. Porque tengo que decir que me podía pasar días y días sin moverme de mi calle, viendo los mismos tejados o sin salir de casa.
Vamos que no hay mal que cien años dure y pese al agotamiento del principio las cosas van volviendo a su lugar. Es cierto que tenemos que ser claras diciendo que un niño es agotador, dos mucho más y si encima eres una valiente y vas a por el tercero…. Deberían ponerte una medallita.
Yo noté un gran cambio una vez que comenzaron a andar…. Yo ya estaba recuperada del todo, ya no me notaba tan cansada y empecé un poco más a disfrutarlos. Es cierto que me ha costado mucho asumir que volver al trabajo es difícil tal y como están las cosas y porque organizarse sería una locura. Eso es lo que más me pesa… no poder hacer lo que hacía y de la forma que lo hacía porque ahora son lo primero y me necesitan...
A pesar de que merece la pena a veces creo que he hecho muchas concesiones estos cinco años.... he ido dejando de hacer cosas y haciendo otras que nunca imaginaria, he dejado de pensar en mi para pensar en otros y me paso el día agotada.... afortunadamente cuento con un hombre a mi lado que se implica al 100% en nuestra vida como familia... pero sigo con esa sensación de que soy yo la que a veces para poder hacer algo tengo que desplegar una logística impresionante o llamar a mi madre para que lo deje todo y venga.
Papimelli dice que soy una Super Mamá y que yo puedo con todo... pero no es así... ni puedo con todo ni quiero llevarlo todo yo sola, ni me asusta pedir ayuda.
A Papimelli se le avecinan cuatro meses fuera del país, así porque sí y sin poder quejarnos... para los niños va a ser muy duro, para mi agotador. Ya no es el cansancio físico del principio, ahora es educarlos y dar respuesta a todas esas dudas y sobretodo lo que más me cuesta de todo que es poder dedicarles tiempo por separado a cada uno.
Me he propuesto tener más paciencia y acostarme antes para estar descansada y hacer algo de deporte para desestresarme... mis cachorros se hacen grandes, dentro de nada no me necesitarán y tendré todo el tiempo del mundo para mi y para aburrirme... mientras tanto sueño con levantarme un sábado más tarde de las 8, con tener mi casa limpia y ordenada, y con ver en la tele lo que me de la gana.

jueves, 19 de noviembre de 2015

NOSOTROS LE QUEREMOS IGUAL

Hace un tiempo trabajando fui a visitar a una familia para tramitar una ayuda urgente. Mientras hacía el genograma (especie de árbol genealógico) para aclararme con el lío de hijos por parte del padre, hijos por parte de la madre y hijos conjuntos (era una familia reconstituida) la abuela de la familia sin preguntarle (yo ya lo sabía por la documentación que tenía en mi dossier) me dice que uno de los hijos (un nieto suyo) es adoptado, y añade "pero nosotros le queremos igual".
Aquello me llamó la atención porque cuando tienes un hijo se presupone que lo quieres y hacer incapié en que es adoptado es dar importancia a algo que no la tiene, tu adoptas y desde ese mismo momento es tu hijo a todos los efectos, no es algo que debas ir recordando a cada personas que te encuentras ni algo que tengas que justificar.... es tu hijo y se supone que lo adoptaste con todo el amor del mundo y con todas las consecuencias.
Yo no iba a preguntarle a aquella familia si querían a ese hijo, de hecho yo no estaba allí para eso, si debía preguntar por las relaciones entre ellos pero sin presuponer que a ese niño lo iban a tratar de forma diferente por el hecho de ser adoptado.
Sin embargo por mi experiencia profesional a algunas personas mayores y a otras no tanto les cuesta asumir el tema de las adopciones como si ese niño por no llevar sus genes fuera a ser menos nieto o a quererle menos. Es un temor muy interiorizado en familias que adoptan o en hijos por donación de gametos.... pero supongo que es un temor inicial, una vez que tienes a tu hijo ya ni te acuerdas del hecho de que es por donación de gametos o adoptado ni achacas lo que no te gusta de él a ese hecho.
Hay dos casos del panorama rosa que siempre me han llamado la atención.... hoy saco mi vena más maruja. El primero el caso de los hijos de Rocío Jurado, una mujer que adoptó dicho por ella porque Ortega Cano quería ser padre, una mujer que por su trabajo no pudo dedicarse al 100% a unos niños que llegaron a una edad en la que ya eran conscientes de ´las cosas y los que pasaron de no tener nada a tenerlo todo. Supongo que sus padres los quisieron con todo el alma y sin embargo me da la sensación de que esa madre distinguía entre sus hijos adoptados y su hija biológica, de hecho su hija biológica fue más beneficiada por el testamento. Sin querer juzgar la sensación que me da es que Rocío adoptó casi como un capricho, a una edad que no correspondía y sin estar preparada para la que se le venía encima. Y alguna vez escuché aquello de "esos niños deberían estar agradecidos" y yo pregunto ¿por qué?
Otro caso es el de Chavelita la hija de Isabel Pantoja, también adoptada.... de ella me sorprendió leer que Máximo Valverde decía "debería estar agradecida, si no fuera por Isabel (la madre) esa niña estaría en su país vendiendo cartones por un euro". Aluciné con ese comentario que me pareció horrendo, y sin embargo la telebasura nos vende que a esa niña la han tratado como una hija de segunda. Igual solo es lo que nos quiere vender, pero a mi esa muchacha me da pena, si, lo ha tenido todo, pero a una edad en la que debía haber disfrutado de su madre ésta pasaba largas temporadas en Sur América y la niña se quedaba con su nany que es al fin y al cabo la que le ha criado.
Y no se si decir que la madre trabajaba para darle lo mejor es poner una escusa, porque supongo que cualquier niña lo que quiere es estar con su madre.
Cuando el año pasado trabajaba fuera durante la semana y mis hijos me preguntaban por qué tenía que ir a trabajar yo les decía que para comprar comida, pagar facturas y comprarles ropa y juguetes y Princesita me dijo: nosotros ya tenemos muchas cosas.
Un hijo adoptado no debería estar continuamente recordando que lo es, nadie debería referirse a él como tal ni mucho menos sentirse casi como una obra de caridad.
Y luego tenemos el caso de la pobre Asunta.... adoptada y traída desde China por unos padres con una buena posición que según la telebasura la adoptaron casi más por "capricho" del abuelo, una niña con altas capacidades a la que exigían mucho con unos padres que a pesar de no trabajar la dejaban con una niñera.... y que según parece la asesinaron porque les molestaba o porque les superaban sus capacidades o vete tu a saber por qué....
Los medios sensacionalistas una vez más hacen incapié en que fue adoptada.... está claro por sus rasgos no debemos repetirlo una y otra vez y sinceramente me niego a pensar que un hijo un buen día moleste a un padre.... y menos si tiene recursos que lo puede mandar a un internado.
Todos los niños del mundo deberían sentirse queridos independientemente de su origen, y todos los niños del mundo deberían tener el mismo valor independientemente de donde nacieron.

viernes, 13 de noviembre de 2015

EL MALETÍN DE HERRAMIENTAS

El mes que viene es el cumpleaños de Repollete y Princesita, cumplen cinco años. Es el primer año que vamos a celebrarlo y me apetece mucho a pesar de que Papimelli no podrá celebrarlo con nosotros.
Hemos decidido sucumbir al consumismo y celebrarlo en un parque de bolas o ludoteca que ha montado una mami del cole. En nuestro cole tienen la costumbre de que cada madre de niño invitado le da a la madre cumpleañera 10 euros para que ella compre el regalo del niño y de esta forma evitar regalos que no le gusten al peque, o que ya tenga o lo que sea. La idea de los 10 euros me parece buena.... invitas a 10 niños, te juntas con 100 euros y los gestionas para un único regalo o para varios o para lo que tu creas conveniente.
Con esta idea en mente hoy me he ido a dar una vuelta y ver que cosas puedo cogerle a los peques. Tenía claro que un libro, he cogido dos "La vaca que se subió a un árbol" y "Aventuras de una gota de agua". También tenía claro que quería un puzzle porque a Repollete le encantan y a Princesita le viene bien estar un rato sentada centrada en lo que sea. Los cogí de Patrulla Canina porque les chifla... por cierto se quejaba la señora de la juguetería que ya tienen problemas (estamos en noviembre) de abastecimiento de productos de la dichosa Patrulla Canina.
Luego pensé en cosas prácticas y les he cogido un pijama a cada uno, una camiseta y zapatillas para el futbol.
Repollete llevaba siglos pidiendo un "Hulk" y le he cogido al dichoso superhéroe verde.... y quedaba algo para Princesita.
Coger un juguete a Princesita implica pasar de largo por la sección rosa de la juguetería, no mirar a las muñecas a la cara porque seguro que con alguna me quiero quedar y darle mil vueltas a la cabeza.
Ella no es de muñecas, ni de cosas rosas, ni de nada de los juguetes que yo me quedo embobada mirando.... una pena.... pero también un ahorro, la de productos que hay para niñas no tiene ni punto de comparación con los productos de niño además de ocupar más sitio.
Yo me hice la loca un rato.... miré muñecas sabiendo que no iba a comprar ninguna, miré sillitas de paseo sabiendo que no me iría para casa con una.... miré y remiré porque una nunca sabe y me fui finalmente directa a la zona de niños.... (¿Cuándo podrán por fin juguetes de niño y niña convivir en el mismo pasillo sin ser separados?, nadie lo sabe).
Le dije a Papimelli que a Princesita le encantaría un coche tipo todo terreno de esos con ruedas enormes teleridigidos, Papimelli frunció el ceño, sugerí cogerle un camión con los cargado de coches, esto último interesó más a Papimelli, su dulce Princesa adora los coches.
Finalmente a Papimelli se le iluminó la cara cuando frente a él vió un maletín de herramientas como el suyo cargado de imitaciones de juguete de lo más reales.... "esto la va a volver loca"
Si, a Princesita le encanta el maletín de herramientas de su padre, pregunta por cada herramienta y su uso y apunta maneras en el manejo del destornillador (aunque no con la finalidad que se le presume).
Cargamos con el maletín.... vamos a pagar.
El señor que nos atiende pregunta si es para regalo, "si,por favor". El señor coge un rollo con superhéroes de lo más vistoso y se dispone a cortar cuando le digo: "¿me lo podrías envolver con aquel papel rosa, por favor?". El señor arquea una ceja y sonríe, me lo envuelve a la perfección y marchamos cargados con nuestro maletín de herramientas.
Tengo ganas de ver su carita.... bueno y la de las madres de la clase cuando vean en el cumpleaños a mi niña con su maletín.... madres de niños del mundo, no os preocupéis por vuestros hijos, que mi hija sabrá cambiar bombillas, montar muebles y hacer cualquier chapucilla sin esperar a que se la haga vuestros hijos.
Miro a Papimelli y le pregunto: ¿y si Repollete quisiera una muñeca?

miércoles, 11 de noviembre de 2015

MI ABUELA MATERNA

Cuando oigo a alguien hablar con sus abuelos con pasión me da cierta envidia.... porque yo para bien o para mal habiendo podido disfrutarlos guardo pocos o ningún recuerdo sobre ellos.
Supongo que la relación abuelo-nieto hay que cultivarla y que influyen otros factores como la personalidad de dichos abuelos. Mis abuelos son de esa generación en que uno tenía hijos porque era lo que tocaba y que como mi abuela se cargó de 5 hijos sin mucho instinto maternal.
Ella, mi abuela se quedó huérfana de padre durante la guerra y su madre sacó adelante a tres niñas poniéndolas a servir en cuanto tuvieron edad, mi abuela tuvo la suerte de caer en una casa donde la señora le enseñó muchos cosas, siempre fue una mujer presumida a la que le gustaba cuidarse y arreglarse, la recuerdo con su lima de uñas y aquel inconfundible color rosa de pintauñas.
Mi abuela se casó con un hombre que nunca la trató bien, ni a ella ni a mi madre, un hombre de los de antes que se ocupaba de traer el sueldo a casa y poco más, un hombre enfermo y consumido por la bebida. Mientras él hacia sus cosas mi abuela tenía hijos y mi madre la tercera de los cinco cuidaba y crió a los tres pequeños hasta que la pusieron a servir en una casa con 14 años, sin preguntarle si quería estudiar, y quedándose con todo su sueldo hasta que ella se casó con 19 años. A mis dos tíos mayores directamente los pusieron a trabajar a pesar de que el maestro del colegio fue por su casa varias veces para insistir en que ambos valían para estudiar. Pero con tanto hijo lo mejor era verlos como fuerza de trabajo y eso hizo los puso a trabajar a todos según tenían la edad adecuada.... a día de hoy me parece terrible que mi madre con 14 años trabajara criando niños ajenos cuando ella misma era una niña.
Que mi madre saliera de casa tan pronto y la vida que vivió mi abuela en aquella época hizo que su relación con su madre fuera casi nula, cuando mi abuela murió hace dos años mi madre decía que su propia madre era una desconocida para ella. Mi abuela nunca hablaba del pasado, ni contaba nada sobre su vida de niña.... las pocas cosas que mi madre sabía eran más bien relatos de terceras personas porque mi abuela era una mujer hermética. Mi madre todo lo contrario habla de más y a veces dan ganas de coserle la boca para que sepa estar callada.
Pero mi abuela no.... la ibas a visitar y te preguntaba por tus cosas pero no hablaba de las suyas y apenas era una mujer cariñosa. Cuando ella murió sentí pena por mi madre que se quedaba sin la suya, mi madre sentía un gran vacío pero sobretodo sentía esa sensación de que se iba su madre sin haber disfrutado de ella de la misma forma que nosotras disfrutamos de esa relación madre-hija.
Si tengo que contar un recuerdo de ella me sería muy difícil... no tengo, nunca hicimos comidas familiares, ni vacaciones ni absolutamente nada con ella. Quizá porque mientras vivió mi abuelo mi madre evitaba ir por su casa, y después porque mi madre siempre fue consciente de que ella no era tratada como las demás. Nada de lo que hiciera mi madre parecía ser siempre suficiente porque cualquiera de sus otros hijos "varones" lo hacían mejor o se preocupaban más o lo que fuera.
Mi abuela fue víctima de la guerra que la dejó huérfana sin el papel de un padre con tres hermanas y una madre viuda luchando por sobrevivir, fue víctima de un marido que no supo tratarla como se merecía, de una época en la que uno tenía hijos porque tocaba sin plantearse si uno los quería y teniendo en cuenta que casi se criaban solos. No se si era una mujer fría o introvertida o simplemente la vida la había endurecido.... no la recuerdo como una mujer cariñosa, y si pienso en ella me acuerdo más de sus inmensos ojos azules, de su piel blanca transparente y de su coquetería incluso en los últimos momentos. Pero ya esta.... no recuerdo nada más y eso en el fondo es triste.

A día de hoy puedo decir que yo tengo una de esas relaciones con mi madre que deseo tener con mi hija, poder hablar de lo que sea, conocer como es y como ha sido su vida.... y supongo que mis hijos la tendrán igual en el futuro con su abuela...
En cuanto a mis hijos esa actitud hermética, fría, e introvertida de mi abuela me recuerda a la de mis suegros, que a pesar de ser personas vitales y extrovertidas jamás hablan de ellos mismos, no muestran afecto como dar un beso y resultan fríos muy fríos. Con la diferencia de que no aparentan eso en absoluto... pero emocionalmente se después de 19 años que no pueden dar más de si porque son así... y claramente son así por sus experiencias pasadas, por como se criaron, por las cosas que han vivido. Por eso cuando veo que no vienen en cinco meses o que no llaman o que no se interesan por nosotros los disculpo y me acuerdo de mi pobre abuela.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Y ENTONCES.... APARECIÓ LA SUEGRA Y LA VIDA SIGUIÓ IGUAL

Mis suegros llevaban casi cinco meses sin pisar mi casa.... sin recorrer esos 82 kilómetros que separan su casa de la mía o recorriéndolos pero para darse un paseíto por mi ciudad sin pasar por aquí.
En esos cinco meses yo he pasado casi tres sola con los peques con el padre de las criaturas trabajando a miles de kilómetros. No ha habido llamadas ni mensajes ni whatsapp ni nada, como mi nueva mentalidad es "ellos se lo pierden" he aprendido a vivir con esto aunque reconozco que me molesta la falta de interés y sobretodo tener que mentir a mis hijos cuando preguntan por sus abuelos.
Este fin de semana avisaron de que vendrían a tomar café, lo que yo llamo visita del médico: vienen a las tres toman un café con la bandeja entera de pastas y a eso de las 16.30 se van para llegar a una hora prudente a casa que les permita ver el futbol. Lo siento, pero a mi las visitas a las tres de la tarde me matan porque o me pillan comiendo o terminando de comer o recogiendo.... y me matan aún más cuando avisan a la una de que vienen a las tres.
No entiendo que después de cinco meses sin ver a sus nietos vengan a hacer la "visita del médico" y le digo a Papimelli que les llame y los invite a comer, que vengan pronto y así disfrutan de los niños que coman y luego se vayan a donde les de la gana. Esto lo sugerí porque soy mala malísima y según las malas lenguas (Papimelli cuando se cabrea) yo siempre pongo morro cuando ellos están cerca.
Ellos aceptan la invitación y se personan aquí....
Yo me pregunto... ¿Qué se siente cuando ves a tus nietos después de cinco meses? ¿Qué se hace? ¿un beso, un abrazo?.... no.... porque en cinco años que tienen mis hijos jamás les han dado un beso o han mostrado afecto.... no les culpo, no saben hacerlo, quizá por sus propias carencias emocionales. Simplemente los cogen y los elevan a lo alto como si fueran un bebé... no lo son.... son 18 kilos de Repollete elevándose por los aires con cara de pánico.
Suben a casa y hago un esfuerzo sobre humano para no decir nada ni tirarles una indirecta.... supongo que piensan que he ido por Ciudad de Donde Soy y no les he llamado.... pero lo cierto es que solo he ido dos veces y ellos estaban de vacaciones, desconozco por qué no han venido por aquí porque la última vez que Papimelli estuvo fuera un mes vinieron todos y cada uno de los fines de semana a hacer esa visita del médico.
Pensé que preguntarían por los niños por qué tal estaban como nos habíamos manejado estos dos meses y medio sin Papimelli, que tal el verano.... miles de preguntas que uno hace cuando ve a alguien a quien no ha visto en cinco meses. Pero eso no ocurrió.
Mi suegra, se limitó a decirme que su mes de vacaciones hizo malísimo y poco más.
Pero ahí entró mi linda Princesita cargada con un cuento para leerle a su abuela, ni decir tiene que la abuela en cuestión no sabe ni que leen, ni que escriben ni nada de nada. Mi niña coge el cuento lo pone sobre sus piernecitas y se lanza a leer. No había Princesita leído ni tres líneas cuando mi suegra la para y le dice: "vamos a tu habitación y me enseñas tus juguetes".
Se me quedó cara de idiota.... NOTA MENTAL el día que sea abuela disfrutaré de los avances de mis nietos, no les interrumpiré cuando me cuenten sus batallitas prescolares, les besuquearé todo lo que pueda, y por supuesto no pasaré más del tiempo estrictamente necesario sin verlos.
Entiendo y valoro que ellos hacen su vida y no se meten en la vida de los demás.... pero como madre me dolió el gesto de mi niña orgullosa leyéndole a su abuela un cuento y ésta cortándola como si la proeza de leer no fuera fascinante.