ESTILOS DE CRIANZA I

Cuando me convertí en la estresada madre de Repollete y Princesita mi idea era intentar hacerlo lo mejor posible, era primeriza, con mellizos y además jamás había visto un niño de cerca, ni siquiera me gustaban los niños.
Lo primero que hay que tener en cuenta cuando se es madre es que es totalmente imposible hacerlo todo bien, que nos vamos a equivocar y que los consejos son eso mismo consejos y que puedes aceptarlos o no según te parezca.
Cuando tienes mellizos o gemelos la gente tiende a pensar que tus hijos viven dentro de una especie de conexión mística que hace que hagan todo de forma sincronizada, cuando en realidad lo primero que toca aprender es que cada uno es un ser único y que por tanto muchas de las cosas que vas a aplicar con uno no te van  a servir con el otro. Cada niño es un ser único y cuando vas a aplicar una rutina puede que te funcione o no según sea el niño, según seas tú y según las circunstancias.
Las formas de educar a un niño han ido variando, nuestros abuelos probablemente se criaron "solos" porque sus padres estaban trabajando, funcionaba el "Con sangre la letra entra" y desde bien pequeños los ponían a trabajar, nada de mimos, nada de caprichos nada de nada. Esto nos lleva a pensar que las formas de educar van por modas, creo que ahora vivimos en una etapa donde mimamos en exceso, sobreprotegemos y creemos que cualquier negación hacia un capricho va a provocar inmediatamente un trauma en nuestros bebés.
Normalmente la forma de educar tiene mucho que ver con la forma en que nos educaron a nosotros, yo aquí me encuentro con una gran dificultad, en casa de mis suegros (tienen una mentalidad de lo más bohemía y hippi) existe el todo vale, mis hijos en cuanto entran allí pueden hacer absolutamente cualquier cosa, no hay normas, ni rutinas ni nada de nada. Lo peor es que no nos escuchan ni hacen caso cuando intentamos rectificar ésto, con lo cuál muchas veces tiran por el suelo todo el trabajo y logros que hemos ido conseguido nosotros solos.
En mi casa en cambio mis padres respetan las normas que estamos intentando crear y las rutinas, con lo cuál se me facilita bastante el trabajo.
Creo que ese es un punto sumamente importante lograr que los demás respeten el estilo de crianza que tú decides utilizar con tus hijos.
Lo que si está claro es que un niño necesita unos padres seguros, postivos y con ideas claras y no unos padres que duden a la hora de hacer las cosas, una vez que sabes que pautas quieres seguir en cuanto a alimentación, rabietas, guardería o el sueño has de aplicarlas sin mayor remordimiento por opiniones ajenas.
En este punto he tenido cierta suerte porque al vivir lejos de la familia no he tenido que aguantar correcciones por parte de nadie y eso es una auténtica suerte.
Mi madre ha pasado mucho tiempo con nostros ayudándonos, siempre le he explicado mi forma de hacer las cosas y ella se ha regido por ésta para cuidar a mis hijos.
Con quien tengo mayores problemas es con mis suegros, ven poco a los niños y cuando los ven pretenden darles en una hora todo lo que no les han dado en 15 días, eso significa permitirles por ejemplo jugar con cualquier cosa (he tenido que ver ocmo Repollete jugaba con una patata, osease el tubérculo según lo traes de la tienda), o no siguen pautas coherentes como ponerles el abrigo para salir a la galería a las 8 de la tarde, o se dedican a tenerlos todo el día en brazos cuando ellos andan y solo quieren correr, o les dan de comer cuando expresamente les he dicho que no lo hagan, y así cientos de cosas que tiran por alto no solo mi autoridad sino que es como si menospreciaran todas y cada una de las pautas que vamos dándoles.

Existen tres tipos de estilos educativos de los padres hacia los hijos:
-Padres centrados en los hijos
-Padres que se basan en una norma
-Padres flexibles.

Lo normal es que a medida que nuestros hijos crezcan vayamos adaptando esas formas de educar a la personalidad de nuestros hijos, ésto hace que no me sirvan las mismas estrategias para aplicar al tsnami Princesita que al torbellino Repollete. Pero al fin y al cabo estoy muy orgullosa de como lo estoy haciendo y creo que eso me convierte en una madre más segura.



FRASE DEL DÍA: Lo que se deja expresar, debe ser dicho de forma clara; sobre lo que no se puede hablar, es mejor callar.