ESTILOS DE CRIANZA III:

PADRES CENTRADOS EN LOS HIJOS:
En este estilo de crianza los padres consideran que hay que responder  a todas las necesidades tanto emocionales como físicas que plantee el niño.
Si el niño llora acuden inmediatamente a consolarle, si tiene hambre le dan de comer enseguida e intentan estimularlo a cada rato en caso de que el bebé se aburra.
Es el niño quien dirige la crianza, los padres tratan al niño en una relación equitativa esperando que cuando tenga más edad reconozca que los demás también tienen necesidades.
Podemos decir que este estilo de crianza tiene un lado positivo que consiste en que el niño siempre tendrá sus necesidades satisfechas, no se va a sentir solo, no va a sentir frustración.
En cambio el niños se cría en una especie de egocentrismo, se cree que el mundo gira a su alrededor y es posible que desarrolle cierta intolerancia a la frustración.

PADRES QUE SE BASAN EN UNA NORMA:
En este caso los padres consideran que las rutinas hacen que el niño funcione mejor, tanto alimentación como sueño se programan siguiendo unos horarios y planteamiento previamente establecido.
Se pretende de esta forma que el niño desarrolle cierta autodisciplina aprendiendo pronto a que dentro de una familia cada uno tiene sus propias necesidades.
Como positivo el niño puede que aprenda que sus necesidades nos son siempre la única prioridad, en cambio podríamos ver como negativo que ese plan de rutinas no siempre coincide con las necesidades del bebé que son siempre cambiantes.

PADRES FLEXIBLES:
En este caso los padres reconocen que la rutina es importante para criar y educar a un niño, pero que cada niño tiene ciertas particularidades que se han de tener en cuenta. Es decir los padres tienen cierta orientación a la hora de educar que adaptan según las circunstancias y cambios del niño.
Los padres son flexibles según por ejemplo la edad del niño, en cuanto al punto negativo podríamos decir que aveces el niño puede verse confundido.

En mi caso personal con Repollete y Princesita hemos valorado la importancia de las rutinas, hemos intentado acostarlos a las mismas horas después de hacer las mismas cosas, modificando según cada uno, por ejemplo Repollete se acuesta con un cuento y tarda un rato en dormirse mientras parlotea con luz tenue de una lámpara de lava y la puerta semiabierta, en cambio a Princesita le funciona puerta cerrada, oscuridad y solo su osito Buu como compañía.
Acostarlos a la misma hora me ha funcionado, duermen bien, pero esto no significa que por ejemplo el fin de semana modifiquemos horarios si por ejemplo vamos a CiudadeDondeSoy.
Las rutinas en cuanto a la comida también me han servido, aunque modifico horario en función de si por ejemplo uno de ellos tiene sueño.
En el caso de mis hijos me ha funcionado siempre aquello de que sepan que va a pasar a continuación, eso sí, creo que me he rodeado de ciertas rutinas que flexibilizo porque son dos bebés y si no estableciera rutinas me volvería loca.

FRASE DE HOY: Es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar la duda.