PRINCESITA

Princesita tiene aspecto de muñeca… pelo clarito, ojos grandes y redondos y una piel extremadamente blanca y delicada (cuanto trabajo nos da esa piel princesita).

Es una niña intrépida, inteligente, precoz en todo lo que hace, todos la miramos con preocupación porque princesita es muy larga, pero extremadamente delgadita y la vemos débil…. Pero Princesita no es débil, princesita es dura, muy dura, nunca llora ante un golpe, siempre sonríe, tiene una sonrisa contagiosa, amplia, ríe de todo y sonríe a todos y por eso todos los que nos movemos a su alrededor la adoramos. Porque es alegre… porque a veces más que princesa es brujilla…

Princesita cuando nació no lloró… o mamá no la oyó, a Princesita le gusta a veces pasar desapercibida, lo cual teniendo un hermano mellizo no siempre es fácil.

Como todas las Princesas al principio pareció una niña tranquila, pero nada más lejos de la realidad, porque Princesita es nerviosa y activa como su Papimelli. Princesita es igual que su papá, la misma sonrisa, los mismos hoyuelos, las mismas orejas…. Papimellis se crece cada vez que alguien habla del gran parecido entre ellos, y a ella le encanta acurrucarse entre los brazos de su papi y que este le diga cositas, si su papá está en una habitación el resto del mundo sobra para ella.

Cuando MisMellis nacieron Princesita era más grande, más larga, pese a nacer antes de tiempo ella estaba perfecta, fue a la primera a la que pudimos coger, a la primera a la que pude abrazar, y oler y juguetear con sus deditos.

El primer pañal de mi vida, mi primer biberón todo fue para Princesita, nos parecía pequeña y delicada, pero nos equivocamos.

Fue la primera en ir para casa, le dedicamos un día entero solo para ella, y fué como no tener niña en casa, durmió del tirón, comió lo que se le dio y dejó que todos los presentes la estrujaran sin ni siquiera protestar.

Princesita es muy intrépida, la primera en ponerse de pié, la primera en gatear, la primera en muchas cosas, aunque eso si el tema de la comunicación se lo deja a Repollete que es más parlanchín.

Ella es dormilona, normal tiene que descansar porque el resto del día no para, es curiosa, todo lo tiene que ver y tocar y de paso chuperretear.

La primera vez que la vi pensé que por fin tenía una niña, siempre deseé una niña, que había que agradecer que estaba sana y sin secuelas aparentes por su prematuridad.

La primera vez que la cogí agradecí a mi “hadita” el regalo que me había dado, jugueteé con sus deditos y pensé en la gran responsabilidad que se avecinaba.

Princesita es la niña que deseaba cuando empecé con esto de la ovo, yo quería una niña… y llegó ella.

Me gusta que princesita se parezca a Papimelli, me gusta la complicidad que tienen los dos, a veces Repollete y yo tenemos que recordarles que también existimos… Princesita siempre será la niña de Papi, bueno de papi, de sus tíos, de sus abuelos y de cualquier hombre que pase cerca.

Tenemos momentos duros, momentos agotadores, momentos estresantes…. Pero cada vez que veo como Repollete y Princesita se miran, se tocan se ríen de algo que el resto no entendemos… merece la pena.