EL NACIMIENTO

En torno al nacimiento existen diversas discrepancias, se trata de un hecho biológico que consiste básicamente en el paso de la vida intrauterina a una situación extrauterina que supone cierta autonomía.
Este hecho tan sencillo es interpretado de diferentes formas, por ejemplo el psicoanálisis establece qu eel nacimiento es una situación traumática para el individuo, porque supone la pérdida de una situación placentera como es la vida dentro del útero.
El niño intenta recuperar la vida intrauterina y ésto se manifiesta a través del sueño y plantea para ello varios razonamientos:
Al dormir buscamos la postura fetal y cuando buscamos soñar lo hacemos casi siempre en situaciones de protección, tendemos a disfrutar de fantasías placenteras y si tenemos una pesadilla nos despertamos.
Para el conductismo la idea de que la vida intrauterina sea placentera es incomprensible y no acepta el hecho de que nacer sea un trauma, añade que si el hecho de nacer es traumático los niños que vienen por cesárea no tendrían este tipo de trauma.
Cuando el psicoanálisis habla de trauma de nacimiento no se refiere al hecho físico de pasar por el canal del parto, se refiere a que el cambio ambiental que supone pasar de una vida intrauterina cálida y húmeda a pasar a un ambiente más o menos agresivo como la vida extrauterina. Los defensores de esto creen que este cambio de tranquilidad o actividad puede resultar desagradable.
Actualemnte existen una serie de seguidores de Freud que dicen que el cambio ambiental ha de ser poco para no provocar dicho trauma.
Uno de estos seguidores de Freud y del psicoanálisis es Leboyer que ya en 1975 acuñó el término "nacimiento sin violencia" establecía que el recién nacido es sensible desde el mismo momento del nacimiento con lo que se debería mantener una luz tenue en la habitación, reducir el nivel de ruido tan pronto como "aparezca el bebé" y aconsejaba ponerlo inmediatamente en el abdomen de la madre, ésto le proporcionará calor, sensación de suavidad y le permitirá dejar intacto el cordón umbilical hasta que deje de latir.
Después del alumbramiento el cordón umbilical sigue latiendo unos cinco minutos más dando oxígeno y permitiendo que los pulmones empiecen a funcionar de forma paultina, de esta forma evitaríamos o almenos reduciríamos la probabilidad de anopsia o falta de oxígeno que puede producir daños cerebrales.
Conviene y es muy importante según Leboyer masajear al bebé y comunicarle nuestro afecto como madres. Para eliminar la tensión existente Leboyer recomendaba bañar al recién nacido en agua caliente a temperatura corporal y cuando esté relajado devolverlo a la madre.

FRASE DE HOY: Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida.