YO FUÍ VOLUNTARIA...

Cuando empecé la universidad muchas de mis compañeras hacían voluntariado por diversos motivos, primero por conocer diferentes colectivos y así decidir a cuál querían dedicarse profesionalmente, segundo por ayudar, tercero porque es una forma que en diferentes ONG o Asociaciones te conozcan y luego cuando ofertan puestos de trabajo cuenten contigo.

En CiudaDondeEstudié, que luego se convirtió años después en mi lugar de residencia hay múltiples Asociaciones destinadas a cualquier colectivo y también las típicas ONG que todos conocemos.

Tenía compañeras que trabajaban en la Asociación de Alzheimer como voluntarias, dicha Asociación es sumamente importante porque años más tarde creó una Centro Residencial para este tipo de pacinetes, organizaba cursos de profesionalización, etc. Trabajar con enfermos de Alzheimer o cualquier otra Demencia es una labor encomiable, años más tarde tube la ocasión de trabajar con este colectivo y es una labor dura y apasionante.

También tenía compañeras que trabajaban como voluntarias en Cruz Roja, esta ONG está muy bien organizada y cuenta con diferentes programas destinados a diferentes colectivos: mayores, menores en exclusión, inmigrantes, discapacitados. De esta forma cada uno elige el colectivo que prefiere, recibe una pequeña formación y puede empezar a ejercer su labor de voluntariado. Una de mis compañeras estubo haciendo acompañamiento con ancianos que vivían solos, simplemente consistía en visitarles y hacerles compañía, acompañarlos a alguna gestión, vigilar que tomaban su medicación, etc.

La labor de este tipo de entidades es sumamente importante, muchas subsisten gracias a gente que dedica parte de su tiempo, mucha de esta gente es estudiante o gente jubilada con ganas de sentirse útil.

Muchas veces como profesional podemos criticar que están "quitando puestos de trabajo", pero la realidad es que los pocos recursos con que muchas veces cuentas dificulta el poder contratar a profesionales para determinadas tareas que no necesitan dicha profesionalidad.

En mi caso estube tres años de voluntaria en un Centro de Atención al Menor, no me gustan mucho los niños, pero lo que allí me propusieron captó mi atención en un primer momento.

En dicho Centro acudían menores en situación o riesgo de exclusión: niños con pocos recursos, inmigrantes, minorías étnicas etc.

Es decir se trataba en la mayoría de los casos de niños con problemas en la escuela o problemas en casa, allí se intentaba fomentar sus hábitos de estudio, nos poníamos con ellos a ayudarles a realizar los deberes, a fomentar que estudiaran, después fomentábamos en ellos hábitos saludables como la higiene o una correcta alimentación, muchos de ellos merendaban allí leche con galletas por ejemplo.

Además desde el Centro se promovían actividades como excursiones o gimkanas por ejemplo.

Estábamos unos 20 voluntarios divididos según las edades de los niños, en mi caso estaba con niños de 6-8 años, la mayoría de ellos eran inmigrantes, prácticamente en su mayoría marroquís que llevaba varios años en España.

Trabajar con niños de otras culturas es sumamente complicado, primero debes conocer mínimamente esa cultura para saber como actuar y no meterte en camisas de once varas y después debes respetar esa cultura lo suficiente para no abrir la boca cuando no toca.

Recuerdo una niña saharahui que me comentaba que en su casa sus padres no la dejaban ir en tirantes en verano, entonces te toca desplegar todas tus habilidades de empatía y hablarle sobre la importancia del respeto a sus padres y también sobre la importancia de la comunicación para conseguir determinadas cosas.

El principal problema con el que me encontré fué la falta de respeto entre ellos, te pasabas la tarde separando las recillas que había, intentando que estubieran sentados, intentando que se centraran.

Pero es sumamente complicado, muchos provenían de familias desestructuradas donde nadie se ocupaba de fomentar en ellos un hábito de estudio por ejemplo. Otros estaban demasiado acostumbrados a hacer lo que les daba la gana...

Lo mejor de trabajar con ellos fué poder ir aplicando determiandos conocimientos que iba estudiando en clase, ver sus caras de orgullo cuando tras dedicarles un ratito veías que por fín entendían un problema.

Era sumamente complicado, muchos de ellos apenas controlaban el español lo cuál les dificultaba poder leer, otros notabas que apenas sumaban o restaban cuando se supone que en el curso que estaban debían controlar perfectamente... notas entonces las carencias del sistema escolar.

Hacíamos con ellos también juegos de estimulación, o aplicábamos determinadas dinámicas de grupo para fomentar en ellos cuestiones como la autoestima.

Una de las dinámicas que apliqué con mi clase fué "la mano"... cada niño dibuja el contorno de sus dos manos en un folio, y las pegamos en la pared añadiendo el nombre del niño, el resto de niños cada tarde a la hora de entrar podía poner algo positivo en las manos de algún compañero. Eso hacía que los niños se sintieran orgullosos cuando veían que en su mano alguien había puesto que eran divertidos, o guapos, o simpáticos...

Muchos de esos niños carecían totalmente de autoestima, algunos con historias familiares muy duras y con la poca dedicación de sus padres que tenían que trabajar... por eso todas las tardes el rato que estaban en el Centro se sentían acogidos, protegidos y sobretodo muchas veces con normas de las que carecían en sus casas.

Finalmente dejé el voluntariado porque me trasladé de Ciudad, luego me incorporé al mercado laboral, tube hijos.... y demás y ya no pude hacer nada, algún día me reengancharé a algo que me motive, en mi caso probablemente discapacitados psíquicos que es el campo que me apasiona.

Dedicar nuestro tiempo a los demás es algo sumamente importante, y hay muchas formas de hacerlo, todos tenemos un momento en nuestras vidas en las que tenemos un hueco de tiempo sobrante. Evidentemente ese no es mi caso ahora, con Repollete y Princesita correteando por ahí ahora no tengo tiempo de dedicarme a los demás.

Todos podemos aportar nuestros conocimientos y habilidades, y siempre he pensado que aveces es más importante aportar nuestro tiempo que aportar nuestro dinero.

Ese tiempo que yo trabajé con esos chicos sé que mi trabajo fué a algún sitio, se exactamente de que sirvió y para que se utilizó mi esfuerzo. Si yo hubiera colaborado con una ONG no hubiera tenido quizá esa seguridad.

Este año en mi trabajo donde mi labor se desarrollaba con diversas Asociaciones culturales, deportivas, educativas o sociales he tenido la oportunidad de conocer una asociación cuya labor es encomiable, ellos realizan su labor con el pueblo Saharaui, cuentan con dos comedores sociales en el Sáhara y dan de desayunar cada día a 250 niños, además todos los veranos se ocupan de traer a unos cuantos niños que alojan con familias españolas voluntarias, encontrar familias voluntarias supone un gran esfuerzo dada la situación actual y los prejuicios de muchas familias.

Ahora estoy ocupada con mis hijos, apenas tengo tiempo para mi y estoy agotada, pero el proyecto que me mostraron me pareció fascinante, si mi yo de hace unos años lo hubiera tenido delante quizá no hubiera dudad de colaborar, e incluso in situ, marchar allí y vivir una situación inolvidable.

Ahora recuerdo que cuando salieron las prácticas de la carrera había un Proyecto superchulo para ir a Nicaragua a diseñar un Proyecto para mejorar la calidad de vida de una población deprimida y recuerdo que solo había 3 plazas, solo tres alumnos podían ir a pasar allí tres meses, recuerdo que andábamos todas como locas para poder ir y que me quedé con muchas ganas de ir.

Tal vez algún día tenga las suficientes fuerzas y energía para poder diseñar un proyecto interesante, o tal vez tube que saber aprovechar oportunidades que me fueron surgiendo antes de ser madre.

Ahora mi vida es otra bien diferente, pero espero saber fomentar en mis hijos valores como la soliraridad, la empatía y el afán de buscar un mundo mejor.



FRASE DE HOY: “Uno a uno, todos somos mortales. Juntos, somos eternos.”