martes, 21 de enero de 2014

UN REPOLLETE, UNA PRINCESITA, SALIR DE NOCHE Y MIEDOS INFANTILES

Salir de noche es algo que precisamente me robó la maternidad… ya no recuerdo la última vez que volví a casa de madrugada, y la verdad tampoco me importa.
Antes de ser madre tenía claro que siendo dos los que venían en camino y estando solos en esta ciudad una de las cosas que priorizaríamos serían las rutinas y que el sueño de nuestros hijos sería sagrado. Tuvimos la suerte de que nos salieron grandes dormilones y a día de hoy puedo decir que a las 9 están en la cama y que duermen del tirón.
Evidentemente cuando llegue el buen tiempo iremos atrasando hora y más ahora que son algo más grandes y uno puede disfrutar de la calle más tiempo y hacer otras actividades.
Como soy rara muy rara os diré que mis hijos nunca han estado de noche en la calle, y de noche me refiero a que nunca hemos salido a dar un paseo más allá de las 9 y que si nos ha pillado una hora tarde y ha anochecido ha sido algo totalmente ocasional. Esto hace que mis hijos en cuanto va oscureciendo empiezan a tirar de nuestro brazo y a decirnos “ya es de noche vamos para casa”
Cuando quisimos darnos cuenta nuestros hijos se habían convertido en dos seres totalmente diurnos que nos preguntaban asombrados “¿vas a salir de noche?” cuando nos veían cargados con la bolsa de la basura dispuestos a sacarla. O cuando salimos a dar un paseo y oscurece y nos invade la noche en medio de la circunvalación mi Princesita asustada dice: “mamá es de noche… ¿a que no pasa nada?”. Y nos ha tocado explicarles que no pasa absolutamente nada por salir de noche, que hay farolas que alumbran para que podamos ver, que hay luces para que los coches vean y los veas…
Estas navidades que cumplieron los tres años y que ya aguantan un poco más para irse a la cama (no mucho la verdad… porque a eso de las 9 van apagándose como la llama de una vela) decidimos sacarles a ver el ambiente navideño. Y después de abrigarnos como si fuéramos de expedición al Polo Norte salimos a ver las luces de las calles, los belenes y el árbol de la plaza mayor.
Al principio en cuanto empezó a oscurecer empezaron a tirar de nuestro brazo para irnos a casa, pero luego empezaron a fijarse en las luces que adornaban la calle y en toda la gente que había por la calle cantando villancicos y demás.
Seguían yendo con total inseguridad y no hacían otra cosa que mirar donde estaba la luna.
Fuimos a dar un paseo por la plaza mayor y estuvimos viendo el árbol de navidad que había en medio de la plaza. Justo coincidió que estaba allí la tuna asique estuvimos un rato escuchándoles cantar mientras Repollete bailaba. Y parece que el tema del cante les gustó y se pusieron a recitar la poesía que se aprendieron para el festival del cole:
“la estrella está brillando
Ya llega la navidad…
Los reyes están llegando
Y nos traen felicidad…
Llegan del lejano Oriente
Para ver al Niño Dios
Le dan un beso en la frente
Y luego les dicen adiós”

Todo esto recitado a gritos en medio de una Plaza Mayor repleta de gente…

A Princesita le asusta la noche, ya de pequeña cuando le asomaba a la ventana se echaba para atrás y solo le anima asomarse para ver la Luna, porque a Repollete y Princesita les fascina la luna y si vamos por la calle van buscándola.
A Repollete le va más convenciendo aquello de que porque sea de noche no pasa nada, pero aún así sigue tirando de nosotros cada vez que va oscureciendo e insiste en que de noche no se sale.
Espero de verdad que dentro de diez años sigan pensando lo mismo: “de noche no se sale”.

El temor a la noche es algo que ha ido surgiendo a la par de otros temores según han empezado el cole, ahora me vienen hablando de brujas y del coco todos preocupados y por ejemplo van encendiendo las luces de la casa cuando antes no lo hacían.
Princesita que hasta ahora era una niña atrevida y valiente empieza a tener sus miedos, y suele buscar el respaldo de Repollete, en cuanto está en territorio hostil se coloca detrás de él, le da la mano y lo manda a él de avanzadilla para que compruebe que todo está en orden.
Y él que en principio parecía más tímido y miedoso va sin miedo y sin vergüenza allá donde sea.

También he notado que empiezan a ser más recelosos con los extraños, lo cual me da cierta tranquilidad, porque mi Princesita antes se iba con cualquiera que le tendiera la mano y en cambio ahora ya no lo hace.

8 comentarios:

  1. Ostras!! No salir desde q oscurece en invierno supone estar en casa a las 6 de la tarde! Yo en muchas ocasiones no podria xq para ir a hacer la compra tengo k esperar a q llegue mi marido (yo sola con las dos no voy a comprar ni loca) y él no llega hasta las 5 o 5 y media d la tarde asi q si vams a comprar oscurece fijo.
    Es increible q hayais conseguido estar en casa siempre tan prontito!! K pasadaa! Jeje!!

    Un besazo guapa

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  2. Como dices, a ver si dentro de diez o quince años te dicen eso je jeje

    Es curioso como van creciendo. Moldeando su personalidad. Como Princesita se escuda en el cada vez mas valiente Repollete.

    Un beso!

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  3. Yo creo que van creciendo y aparecen nuevos miedos y su personalidad. Un beso

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  4. Pues a mí también me da miedo salir por la noche. Jajaja. Como en casita, lejos de los facinerosos no se está en ningún sitio. Jajaja. Besotes!!!

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  5. Los mios también son de ir a dormir a las nueve, pero porque se lo digo. Terremoto va por su cuenta y en ocasiones antes de las nueve. Tsunami se quedaría más tiempo. A las nueve toca cama, lo cual no quiere decir que a las nueve se duerma.
    Es curioso, porque Tsunami es un aventurero intrépido sin miedo a nada. Se ha visto la peli (de personas) de el Hobbit (1 y 2 parte) se queda tan pancho viendo orcos, trasgos, dragones. Te canta canciones de enanos guerreros y cosas así. Va y este fin de semana le hemos puesto la maldición de las verduras de Walase y Gromit y el conejo-lobo que sale le ha dado miedo y le hemos tenido que dar un talisman mágico que repele a los conejos-lobos para ir a dormir y ahora cada noche nos lo pide a gritos. También es curioso que cuando el pasillo está a oscuras y sale de su habitación o del baño no quiere cerrar la luz y me las deja siempre abiertas porque le da miedo, y eso que la sala está al lado y la puerta nunca está cerrada....
    ... vivir para ver, se ve que le tendríamos que haber fomentado más lo cuentos de los hermanos Grimm... tenerle pánico al conejo-lobo y no asustarle un sanguinario orco...

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  6. Me he reído mucho con esta entrada, la forma en que lo cuentas es de lo mas divertida. Se hacen mayores, los miedos es parte del crecimiento, como bien dices y te han dicho, seguramente de aquí a unos años empezaran a gustarle mas la noche.
    Un abrazo.

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  7. mi peque de un año se acuesta sobre las 21, pero el mayor (3 años, cm ls tuyos) tiene cuerda para rato. en vacaciones le podian dar las 12, pero es q se tiraba jugand n la calle cn ls d la urba hasta las 22:30! (y ahi no tenia aun los 3!). eso si, luego se levantaba a las 10,30 o asi... la peque tampoco madruga mucho pero lo malo es q no consigo q duerma dl tiron, y año y medio levantandonos d madrugada s muy duro!
    sobreo d salir de noche, en mi casa no es la norma pero si hems estad n casa d amigos o cenando fuera cn ellos si han traanochado un poco, y ellos encantados!!

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  8. Es lógico que empiecen ahora con los miedos. Eso sí, controla que no sean excesivos. El miedo a la oscuridad es muy muy lógico. Incluso hay adultos que aún la temen. Y lo que más gracia me ha hecho es lo de que Princesita le de la mano a su hermano y le haga ir delante a ver....eso es muy bonito. Se siente segura y protegida con su hermanito. Eso es maravilloso. Sé que ha tenido que ser duro criar a dos de golpe, seguro y difícil. Pero gratificante y maravilloso también, verlos ahí ahora, a los dos juntos, contra viento y marea...me parece entrañable.
    Besos guapa

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