miércoles, 30 de mayo de 2012

AMANDO AL HOMBRE Y DESCUBRIENDO AL PADRE

Desde que nacieron Repollete y Princesita tengo tres extraños en casa... además de a mis cachorretes a los que voy conociendo día a día se me ha presentado un nuevo invitado: Papimelli. Si, es cierto, llevo 6 años viviendo con él y 15 de pareja y resulta que es un total y completo extraño para mi.
Durante el embarazo dió la talla o almenos intentó comprenderme y mimarme todo lo que pudo, aunque se tiró el último mes bufando por toda la casa. "A ver cuando salen estos dos", su razón para que nacieran no era otra que el hecho de verme según él incómoda... bueno eso y el hecho de no estar acostumbrado a tener que ayudarme hasta a entrar a la bañera...
Cuando nacieron los niños siempre estubo ahí para aprender a hacer todas y cada una de las cosas que eran necesarias, ha dado la talla y se merece por ello todo mi reconocimiento, porque soy consciente de que la mayoría de los hombres no son así.
Durante meses el cansancio se apoderó de mi, hasta tal punto que llegué a no oír llorar a los niños por la noche, era hasta tal punto la cosa que me metía en la cama y caía en estado comatoso, él pacientemente se levantaba cada noche a lo que fuera necesario, y fueron muchas las noches en las que tubo que traerme a los niños a la cama para que yo en estado lamentable intentaba darles el pecho.
Jamás se ha rajado para cambiar un pañal o para cualquier otra cosa necesaria, incluso los saca a pasear muchas veces el solo para que yo tenga un rato para mi. Se ha sacrificado en todo momento para que yo pudiera estar bien.
Como pareja el ser padres de gemelos nos ha cambiado, y lo ha hecho de una manera palpable. Son muchas las parejas de múltiples que se separan en el primer año del bebé fruto de la presión.
Recuerdo cuando estaba embarazada y un amigo nuestro nos decía que los niños unen y yo le di un sermón sobre lo mucho que pueden llegar a desunir los niños, pero entonces no era consciente de lo ciertas y reales que eran mis palabras.
En nuestra relación hemos tenido altos y bajos, momentos muy bonitos y crisis existenciales de todo tipo, un poco por el carácter de los dos y otro poco por lo jóvenes que éramos cuando empezamos, pero nada comparado con todo lo sucedido en estos meses.
Creo que los primeros meses discutíamos una media de tres veces diarias, todas fruto del cansancio nocturno, no dormir es una forma de tortura increible, y todo esto dando gracias a que los niños siempre han dormido bien y no han dado más que tres o cuatro noches malas.
Ponerse de acuerdo en la forma de crianza de nuestros hijos fué una tarea complicada, reconozco que teoría sobre como educar tengo mucha, e intenté razonar con Papimelli mi forma de hacer las cosas. En algunas cosas estubo de acuerdo y en otras ha cedido o no según le ha ido bien.
Lo más importante es tener unas ideas comunes y llevarlas a cabo y si existe un desacuerdo hablarlo y punto.
Precisamente en eso está nuestra segunda causa de discusión, Papimelli cambia totalmente las formas de hacer las cosas en cuanto aparecen sus padres, mostrando desacuerdo conmigo o desautorizando lo que yo previamente he hecho y ahí está el problema... si hacemos esto de determinada forma y nos funciona no deberíamos dejar de hacerlo porque venga alguien a casa o porque estemos en casa ajena y mucho menos desautorizarnos. Pero bueno en este tema doy la lucha por perdida... he aprendido a morderme la lengua y aunque algunas cosas claman al cielo evito saltar, aunque vea como mi hijo con 17 meses cruza solo la calle mientras mis suegros le hacen fotos y le graban.... ufff que Dios me de paciencia.
Algo que también ha sido fruto de grandes discusiones es hacer entender a Papimelli que una rabieta se produce porque si, que los niños lloran como fórmula de exteriorizar un sentimiento o algo que les preocupa o porque tienen sueño. Papimelli pierde los papeles cuando no saben por qué lloran o no entiende que Repollete se tire media hora retorciéndose y llorando porque Princesita le ha queitado un juguete.
Todo esto viene porque Papimelli no sabe lo que es un niño, no ha tenido nunca ninguno cerca y a pesar de que él quería ser padre no llegó nunca a interiorizar lo que supone un niño en todos los aspectos.
Diecisiete meses después empezamos a intentar tener una vida parecida a la que teníamos antes, ya empezamos a hacer planes de cosas que necesariamente incluyen a los niños y empezamos un poco a ver la luz al final del tunel.
Hemos pasado de estar solos y llevar una vida a nuestra manera a tener que amoldarnos a dos bebés preciosos que afortunadamente dan la guerra necesaria y están sanos...
Nosotros como pareja hemos intentado desde un principio tener un miniespacio para nosotros, cuando estamos en casa disfrutamos al máximo esas 3 horitas que tenemos desde que los peques se van a la cama hasta que nos vamos nosotras, reconozco que hasta hace muy poco yo me iba la cama a las 9.30 porque no podía más y ahora que me voy recuperando voy haciendo el esfuerzo para intentar recuperar un poco lo que éramos antes.
Cuando vamos a Ciudad De Donde Soy mi madre siempre nos ha animado a que salieramos un rato solos, y aunque suele ser un pequeño ratito (cenar y paseíto) es de agradecer, aunque sea porque así me arreglo y nos damos un paseo por aquellos sitios donde íbamos de novios, y recordamos cuando tomábamos Vaca Verde en el Quinti o nos perdíamos por ahí en busca de algo de intimidad.
Aveces añoro esa libertad de antes, poder ir donde fuera y cuando fuera, ahora es todo algo más complicado.
MI madre también colabora mucho cuando viene a casa a ayudarnos, saca a los niños y nos da la "tarde libre" porque nos ha visto muy quemados, cuando viene unos días casi no me deja hacer nada, ella disfruta a los nietos y yo aprovecho para hacer cosas tan vitales como hecharme una siesta, ir a la peluquería, o vaguear un rato.
En estos meses Papimelli ha tirado de mi muchas veces, hemos estado al borde del colapso otras muchas, y es ahora cuando le veo a él cansado y me sorprende... me sorprende porque precisamente ahora que los podemos disfrutar de otra manera él se ve impotente porque no entiende muchas cosas y no sabe como afrontar otras muchas. Creo que se ha dado cuenta de que tener un hijo es mucho más que llevarlo al futbol o jugar a la pelota y eso le asusta. Porque sus padres le han dado la visión de que un hijo es fiesta, diversión y pasarlo bien y ahora se da cuenta de que tiene dos personitas a su cargo a las que educar y que no siempre va a saber que hacer y que yo no tengo todas las respuestas.
Tengo claro que sigo sintiendo por él lo mismo que hace 15 años, que han pasado muchas cosas que me han cambiado y le han cambiado también a él, pero tengo claro que acerté, que él pese a sus rarezas es lo que yo necesito como hombre y compañero de vida, y que como padre tiene un 9.5, que se me cae la baba cuando le veo jugar con los niños aunque aveces le mataría por las ideas de perogrullo que tiene...
Asique tengo un nuevo extraño en mi casa, alguien que después de muchos años me está mostrando una faceta suya que desconocía, alguien al que por primera vez en la vida le he visto flaquear por cansancio, por impotencia y por otras muchas cosas, pero alguien que al mismo tiempo es el timón que dirige nuestro barco y que sin él todo sería mucho más difícil.




FRASE DE HOY: La amistad es más difícil y más rara que el amor. Por eso, hay que salvarla como sea.

20 comentarios:

  1. No hay pareja perfecta, ni padres perfectos, pero has descrito muy bien todos los momentos por los que se pueden pasar, buenos, regulares y malos, y eso no quita a que los sigamos queriendo.
    Bonito homenaje a papimelli.
    Un besito.

    Pd. la siguiente entrada será sobre ti??

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Afortunadamente no hay pareja perfecta, la cosa sería de lo más aburrida...

      Eliminar
  2. No sabes como me ha gustado leer tu post, tener un hijo en general te cambia la vida, y tener 2 a la vez te puede desbordar a tí y a tu pareja mostrando en ocasiones la peor cara de uno y de otro.
    Mi chico (hijo unico) también es de los que se imaginaba que la paternidad era llevar a los niños los domingos en bici o enseñarles a esquiar! Pareciera que no hubiera visto un niño en la vida! Y sus métodos de educación... (imagínate, si llora le cierras la puerta que ya aprenderá) y si no le hago caso es que les estoy maleducando! Y lógicamente no le hago caso, así que día sí día no tenemos discusiones por cosas de este estilo!
    Y yo he dejado de ser la dulce nenica que conoció, para ser alguien completamente diferente para él!
    Y de los abuelos, ....mejor ni hablo!
    En fin, que no todo es de color de rosa, en mi caso lo más duro de tener mellizos es como se ha resentido la relación hasta entonces idílica que tenía con papito. No me extraña nada lo que dices de los que se separan durante el primer año!
    Afortunadamente creo que ya hemos pasado lo peor, o al menos eso quiero creer!
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nuestra relación nunca ha sido idílica, pero noto que se resiente, que muchas veces el estrés hace que entremos en disputas absurdas, pero tal y como dices lo peor lo hemos pasado ya...

      Eliminar
  3. Me alegro de que sea tan buen compañero de viaje y tan buen padre, claro que todos cambiamos y tenemos que amoldarnos y con los hijos a veces es todo más dificil, pero disfrutar de esas tres horas y espero que seais muy muy felices. Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo importante es ir cambiando juntos y amoldarnos a las nuevas circunstancias, aunque aveces cuesta un montón.

      Eliminar
  4. Todas las relaciones cambian con el tiempo, pero tener dos críos de golpe debe ser una bomba. Si habéis sabido adaptaros y crecer como pareja es genial. Os deseo todo lo mejor, y que lo sigamos leyendo, jeje. Muack!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tener dos hijos de golpe es muy fuerte... nadie está preparado para la que se te viene encima.... pero compensa.

      Eliminar
  5. Has hecho un retrato de un gran hombre, aunque tenga sus cositas como tienen todos, está claro que es un padre maravilloso y un compañero de viaje perfecto. Sois una familia muy bonita.
    Besitos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Todos tenemos cosas raras... y millones de defectos, con unos aprendes a convivir y con otros te estarán fastidiando el resto de tus días...

      Eliminar
  6. me alegro que sea tan buen padre, yo a mi marío hay veces que lo tiraría por la ventana....

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eviki no pasa un día sin que yo tenga ese mismo deseo de tirarlo por la ventana...

      Eliminar
  7. Nosotros como tardamos tanto tiempo en ser papás ya teníamos todo más que hablado, sabíamos el estilo de crianza que queríamos y afortunadamente coincidía. Además tanto mi familia política como mi propia familia de momento respetan totalmente nuestra forma de hacer las cosas. Yo creo que ahora incluso discutimos menos porque ¡No tenemos tiempo! Mis mellizos aún son muy peques y todavía no me siento preparada para separarme de ellos así que el espacio propio que tenemos son ese par de horitas por las noches, siempre que alguno no se resista a dormir y se tire dando guerra en el salón hasta la una de la mañana.

    Por cierto quería comentarte que he escrito hoy en mi blog una reseña sobre el tuyo. Aunque hace poco que participo llevo bastante tiempo leyendo tu blog, casi desde el principio. Cada mes recomiendo un blog sobre múltiples y este mes te ha tocado a tí. Si quieres leer la entrada puedes hacerlo desde aquí. Espero que te guste :-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es una suerte que coincidaís en lo esencial y que vuestras respectivas familias respeten... en mi caso esa batalla la tengo perdida y solo me queda tener paciencia.
      Leí la reseña que escribiste y me encantó... pero no he podido comentar porque llevo unos días que internet directamente no va... muchas gracias por la mención.

      Eliminar
  8. Creo que nunca se deja de crecer como pareja, y ahora como padres, lo bueno es que se muevan para adelante, bravo por ustedes!!
    Besito y buen finde

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es difícil después de tanto tiempo seguir creciendo y madurando hacia el mismo sitio, pero hay que intentarlo... un besazo

      Eliminar
  9. Olé esos padres que lo dan todo! A mi marido le pasa lo mismo con las rabietas, me toca a mí tranquilizarle... en este momento es él el que está más fuerte, y yo la que necesito un segundito... pero ya me lo tomo de vez en cuando... y lo de los suegros... batalla perdida, efectivamente! Yo por lo menos, he conseguido que mi marido se ponga firme, por lo menos si estamos nosotros con ellos. Cuando les cuidan ellos algún día, pues bueno, para eso les están cuidando, así que me aguanto... un abrazo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo de los suegros es una batalla totalmente perdida.... sobretodo porque mi marido ve todo normal, asique he optado por callarme y aguantar el poco rato que se les ve.... un abrazo.

      Eliminar
  10. Ains... la maternidad....

    Hoy el besote se lo damos a Papimelli.

    Muuuuuuaks!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Papimelli recoge tu beso y te devuelve un besote y un abrazo bien grandote....

      Eliminar