jueves, 7 de enero de 2016

COSAS QUE DIJE QUE NUNCA HARÍA:CHUCHERÍAS

Como he dicho en otras ocasiones estoy totalmente en contra de las chucherías... si, me gustan, si... una de vez en cuando no hace mal a nadie, si, a los niños les encantan y sirven para tenerlos un rato entretenidos o como premio cuando hacen lo que les decimos.
Desde pequeños he evitado darles chucherías.... hasta los tres años era bastante fácil engañarlos, las chuches de cumpleaños las metíamos en una caja y de vez en cuando les daba algo, aunque la gran mayoría de las cosas terminaban en la basura o las compartían con otros niños en el parque o se las zampaba el padre de las criaturas.
Me molestaba bastante por ejemplo ir a un lugar supuestamente sano como una farmacia y que el señor farmacéutico les diera un chupachups, nunca se los daba y terminaban amontonados dentro de la famosa caja de chuches, el primer caramelo que comieron Repollete y Princesita fue con tres años y me preguntaron que tenían que hacer con él porque se aburrían de chupar... los chupachups acaban en el suelo o en la papelera porque acaban empalagándoles. Nunca les he comprado una bolsa de chuches en el kiosko, generalmente una o dos de forma esporádica y alguna bolsita también de forma ocasional. Como decía hasta los tres años era fácil evitarlo.
Luego llega ese momento en el que juegan libres en el parque y en cuanto te despistas aparecen con una guarrería que les ha dado otro niño o una madre de estas "majas" sin siquiera preguntar, yo siempre les digo lo mismo: "dar las gracias" no suelo decirles "esto no lo coméis" aunque con el tema chicles si lo hago: "no, mis hijos no comen chicle no es bueno para los dientes, no aporta nada, da hambre y terminan tirándolo en cuanto no tiene sabor porque no saben que hacer con él". Con el resto de cosas no me pongo en plan loco, si alguien les da algo es bueno ser agradecido aunque siempre les digo que solo uno.
Con las bolsas de cumpleaños cada vez más grandes van a la "caja de chuches" de allí sale alguna de vez en cuando... pero generalmente solemos bajar al parque con algunas y repartir entre los amigos que haya ese día.
Ellos como no están acostumbrados no suelen pedir nada, de hecho Princesita no es nada golosa y todo la empalaga, ella dice "esto es empalagoso" y me lo da. Repollete es más goloso pero lo "engaño" con chocolate en lugar de chuches.
No prohíbo, pero si limito. Lo que no han comido nunca es bollería... no, llamarme rara pero no han probado nunca un donut por ejemplo, yo les hago bizcochos, rosquillas, magdalenas, tartas y tan a gusto y si compramos algo que sea en panadería que es mucho más sano. Al final el paladar se educa incluso para el dulce.
Mis suegros a los que hemos dicho mil veces que no comen dulces no hacen ni caso y últimamente vienen a casa cargados con bolsas del Mercadona llenas de galletas y chucherías... como he visto que explicarles no sirve de nada pues simplemente cojo lo que traen... me callo y luego las chuches siguen el mismo camino que he explicado antes... y las galletas pues más de una vez al acumularse en casa 8 o 9 paquetes los llevo a una asociación de madres sin recursos que hay en mi ciudad. Seguro que a sus niños les saben a gloria... si, lo se no les doy el veneno a los míos y lo reparto por ahí.... ironías que tiene una.
En Navidad Repollete ganó un concurso de dibujo, el suyo ganó y fue seleccionado para felicitar la navidad a los padres del cole, el AMPA le dio 20 euros para gastar en una librería cercana y el colegio en sí un pedazo paquete de chucherías exagerado.... ya le dije al director que les pasaría la próxima factura del dentista... no me parece coherente que nos den siempre una charla sobre la importancia de la alimentación sana y luego nos vengan con semejante paquete de chuches....
Repollete que ya sabe que el futuro de su chuches está en compartir abrió el paquete y le dio cosas a algunos de sus mejores amigos... el resto creo que por cantidad nos durará un año... quizá más.
Nunca dije que no les daría ni una golosina, solo que intentaba limitarlas al máximo, de momento lo he logrado más o menos, son niños y de vez en cuando les gustan esas cosas, pero he logrado que no sea ni hábito ni costumbre. A la bollería industrial la he mantenido alejada de nuestras vidas, y por ejemplo los refrescos los han probado por primera vez este año cuando han empezado a ir a cumpleaños, no voy a ser la madre loca que le dice a la que sirve la merienda "a mis hijos no" porque entiendo que por un día no pasa nada. Los refrescos de gas tampoco son un hábito, en un cumpleaños vale.... pero nunca como acompañamiento a la comida. Por supuesto nosotros tampoco, solo de vez en cuando.
Uso y no abuso... nuestros dientes, estómagos y salud en general nos lo van a agradecer....
 


7 comentarios:

  1. Me parece muy bien lo de establecer límites y me ha gustado mucho lo de educar su paladar. Por su salud actual y futura :).

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  2. Haces fenomenal misme... me parece genial que lo hayas conseguido¡¡

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  3. Hace siglos que te sigo sin comentar, pero hoy tengo que hacerlo! Y es que, suerte tienes! Yo hago exactamente lo mismo que tú desde el primer día, pero a ellas no les empalaga el dulce, más bien al contrario. Por suerte son de buena fe: aunque piden, aceptan que les guarde las chuches y reciben los "no" con resignación :D

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  4. Me parece genial que les limites el.dulce. la mía es pequeña y le gusta " jugar con la chuche" la chupa un piquillo y ya no la quiere. Lo que si come son los famosos huevos de chocolate... Aquí si que fui yo la culpable porque vi de peppa que le encanta y se los compre y desde entonces...
    Y tienes toda la razón con lo de los cumples que se dan chuches cada vez más. Yo eso si que no lo hago doy manualidades que es mas practico. Jiji
    Y bueno si en la farmacia le dan un chupachups... Pues eso que aveces pensamos que cuando vemos un niño hay que darles para que estén contentos o algo así. Yo he trabajado cara en público y regalaba globos jajaja
    Pero porque como había niños con problemas que no podían comer de todo...
    Elegí esa solución sino creo que habría pecado.
    Sinceramente he abierto los ojos por así decirlo. Puede que creamos que hacemos bien pero lo primero es preguntar...
    Ahh y las galletas de tu suegra emplea las haciéndoles una tarta jiji

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  5. Mi hijo tiene 21 meses y aún no ha probado chucherías, algún gusanito o similar por no ser la "loca" que dice mi hijo NO COME DE ESO, porque parece que insulto a la otra madre o que doy a entender que yo pienso que las demás lo hacen mal, pero no es así.
    Mi hijo entró en un programa especial de Control de salud de niño sano, me lo propuso la enfermera pediátrica que le puso las vacunas y acepté. Los requisitos eran: bebé del 2014, lactancia materna, alimentación variada y sana, ni sal ni azúcar antes del primer año y nada de chuches. El estudio dura los 3 primeros años en principio y cogerán los datos médicos de mi hijo directamente de su pediatra y acaba con una analítica. Sus datos médicos serán tratados de forma anónima y me parece un estudio muy interesante, además de paso me he concienciado con el tema chuches, se que no son veneno (ya me habría muerto yo) pero habiendo tantas cosas ricas que comer, prefiero que no las pruebe, a ver como me libro porque los cumples son mortales y sus primos de su edad "ya comen de todo" (chuches) y me presionan mucho.

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  6. Pues me parece estupendo, siempre te lo he dicho. Yo creo que es necesario enseñarles desde pequeños nuevos hábitos, que luego pasa lo que pasa. Y lo del colegio, que le den como premio en un colegio una gigantesca bolsa de chuches...sin comentarios
    Besazos guapa

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  7. Qué buena idea lo de compartir las chuches de los cumples ^_^
    Yo aluciné el año que fueron a la guarde (2 - 3 años) cuando llegó el primer cumpleaños y me aparecen con un cucurucho de chuches, flipé! Y así tooodo el año, cada vez que había un cumple más chuches... Qué necesidad de iniciar a los niños a comer porquerías con 2 años! Hacía como tú, las guardaba en un cajón y ellos ni preguntaban por ellas. Los viernes si acaso les daba una piruleta.
    Yo tampoco les prohibo (lo probibido es lo que más atrae, ya sabemos...) pero no les ofrezco...
    Este año en el cole está prohibido obsequiar con chuches así que estoy encantada. Los peques regalan colores, cuentos, pomperos... Los papás se lo curran mucho y es de agradecer, y los niños encantados. Una maravilla la verdad..

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