GENTE TOXICA Y EMBARAZOS

El otro día leía este artículo En el blog LO VES sobre los Bocachanclas.
En el tema de la infertilidad hay mucho bocachancla, yo no he sufrido a ninguno en este asunto porque ya sabéis las que me seguís de forma habitual que lo mío fue llegar y besar el santo.
Pero si sufrí a una persona tóxica…. Bueno de echo a esta amiga M la llevaba sufriendo desde la universidad, una de estas amigas que solo acude a ti para contarte sus penas y sus dramas, que aparece y desaparece como el Guadiana y no escucha sino que solo habla.
Yo tenía asumido que M era así y no le daba vueltas al asunto, teníamos una relación de esas en las que uno da y el otro recibe y cuanto más recibe más pide. Siempre que M quiso saber de mi allí me tuvo pero llegó un momento en que tuve que preguntarle si quería únicamente que la escuchara o mi opinión acerca de las cosas, porque yo le anunciaba “M te vas a dar un ostión con este asunto” y ella no escuchaba y allí estaba yo luego para recoger sus pedazos.
Total que en sus idas y venidas estuvo fuera de mi vida varios años… al tiempo contacta conmigo y “reiniciamos nuestra amistad”, me enteré de su embarazo no buscado por Tuenti, eso dice todo…. Luego yo le añadí que estaba buscando embarazo por reproducción asistida a lo que ella añadió que lo suyo había sido un “despiste”. Hay que ser poco empático para decirle a alguien en tratamiento de fertilidad semejante cosa, pero lo dejé pasar.
Desde ese momento mientras yo estaba en mi búsqueda ella no paraba de hablarme sobre lo mal que se encontraba y sobre todos los achaques de embarazada que tenía unidas a las inseguridades que le provocaba su pareja.
Hay que tener poco cerebro para hablarle de algo así a alguien que está en su búsqueda, pero ella seguía con su monólogo.
Tuvo un embarazo horrible y cuando se enteró del mío se dedicó a hablarme de lo mal que lo había pasado, yo le restregaba mi felicidad por la cara y le decía que mi embarazo era perfecto (lo era) y aunque no lo fuera viviría con felicidad cada naúsea y cada indisposición.
Ella tuvo a su bebé y vino a presentármelo, yo estaba de 35 semanas, y en lugar de hablarme de lo contenta que estaba me habló de las estrías, y de sus 30 kilos de peso de más cogidos durante el embarazo. Añadiendo que yo me pondría también como una morsa y que no podría evitar las estrías.
Yo la miraba perpleja, veía en ella que estaba amargada mientras sostenía un bebé en sus brazos y yo con mi pedazo barrigota no supe bien que decirle.
Tuvo a bien contarme su drama parto (lo fue), y yo la miraba sin saber si interrumpirla o no…. Comprendía que ella necesitaba desahogo pero ella en ningún momento tuvo piedad de mis estado.
Justo a la semana de su visita me provocaron la cesárea…. Y mi recuperación fue buena y yo estaba tan contenta…. Hasta que ella vino a verme y hablarme de las noches sin dormir, y de no tener tiempo ni para depilarse (cuando vivía al lado de sus padres y sus suegros). No la interrumpí, la escuché…. Creí que eso era lo que ella necesitaba en ese preciso momento.
Cuando mis peques tenían unos meses vino de visita y la note muy interesada en rebatirme mi estado, no se creía que estaba bien, que me organizaba bien y insistía en que mi vida tenía que ser un infierno por tener mellizos….
Fue justo en ese momento tras 12 años de amistad intermitente cuando le dije “me chupas la energía, llevo 12 años aguntándote y ya me cansé, eres tan tóxica para mi que lo mejor que puedo hacer es indicarte donde está la puerta”.
Bastante paciencia tuve, bastante la escuche…. Y bastante poca humanidad tuvo conmigo… a Dios doy gracias de no haberle contado el detalle de que Repollete y Princesita son fruto de ovo.
Desde ese día tomé la iniciativa de hacer borrón y cuenta nueva con mi agenda…. Una vez al año cojo el móvil y borro a todos aquellos contactos que simplemente no me aportan nada.