martes, 3 de febrero de 2015

ASUMIR LA MATERNIDAD

L se quedó embarazada casi de su primera relación sexual cuando tenía 16 años… era una niña bien que vivía cómodamente con sus padres sin ninguna otra preocupación hasta que se cruzó por su vida un chico…. Y a partir de ahí su vida cambió.
L tiene ahora 19 años y una niña preciosa de 3, pero L no es feliz, no lo es, su vida ha cambiado demasiado y lleva tres años metida en una coraza de la que no sale.
Se avergüenza de haberse quedado embarazada, perdió sus amigas de toda la vida precisamente por encerrarse en si misma…. L solo llora.
L llora por todo, a pesar de tener un techo bajo el que cobijarse, unos padres que la quieren y adoran y le dan todos los caprichos, una madre que cuida a su hija como si en lugar de su nieta fuera hija suya.
L no es feliz, llora porque su vida se ha convertido en algo que ella no hubiera deseado, se pasa las horas metida en casa sin salir, su hija va a la guardería toda la mañana hasta la hora de comer y luego pasa toda la tarde entre juegos y risas con la abuela. A L no le apetece jugar ni reír con su hija, creo que ni siquiera asume que ha sido madre.
L decidió seguir con su embarazo pero no asumió todo lo que aquello conllevaba, con 16 años una no está preparada para ser madre ni para que su vida cambie tanto…. L terminó el instituto a duras penas, yendo al nocturno.
Luego decidió estudiar una carrera pero ir a la universidad le provocaba angustia, le daba miedo sentirse observada y era traumático para ella convesar que era madre….. y no ejercía de madre…. Esa niña crecía y se criaba bajo el amparo y la educación de su abuela, L tenía que asumir que los abrazos y besos de su hija iban para la abuela y no para la madre.
L tuvo que asumir muchas cosas, unas más duras que otras, L no asumía que era madre y que como madre le correspondían una serie de obligaciones y privilegios. L dejó la universidad porque no quería hablar ni relacionarse con nadie, L se sentía juzgada, observada…. No tenía amigos y poco a poco se siguió recluyendo en su burbuja de cristal…. Decidió estudiar la carrera a distancia, Psicología…. ¿Por qué psicología? Ella que no se entendía a si misma ni entendía al mundo que le rodeaba…. ¿ella tendría la capacidad de ayudar a otros si no sabía ni ayudarse a si misma?
L solo lloraba y lloraba… y se sentía desgraciada…. La desgracia de L sería el deseo de muchas otras L que hay por el mundo.
Conocí a L hace unas semanas… siempre con la cabeza gacha, siempre mirando con temor a su alrededor, con cara de tristeza, incapaz de asumir que ahora es una adulta con responsabilidades, escondiéndose detrás de su madre que le saca las castañas siempre del fuego.
Y pienso en su hija, en esa niña de 3 años que ve a su madre en esa situación de tristeza incapaz de superar su propio duelo, su propio sentimiento de abandono…. ¿Qué será de esa niña?
Hoy he pensado en L…. y en que ojalá pronto supere su duelo, se reponga y sea capaz de darse cuenta de que tiene a su lado el mayor de los tesoros: un hijo. Y he pensado en L porque hoy me he enterado de la pérdida de un bebé deseado por una gran amiga…. Y pienso que la vida es una grandísima mierda…

11 comentarios:

  1. Y tanto, grandísima e injusta.
    Qué pena dan la madre, la niña y la nomadre...
    Un beso

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  2. Toda la razón querida. Una grandísima mierda e injusta. Me da pena L, su madre, y sobretodo esa niña y tu amiga... Besos

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  3. Pobre criatura, ojalá recupere sus fueras y sea feliz :(

    Besos

    38+2

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  4. Pobre chica. Más que estudiar ella misma psicología, que está fenomenal que lo haga, lo que necesita ahora ella es precisamente un psicólogo que la ayude a reaccionar y remontar. Que tiene a su hija y por ella debe luchar y salir de ese encierro en si misma.
    Toda mi fuerza para ella. Y por supuesto para tu amiga por esa terrible pérdida.
    Así es la vida de irónica
    Besos

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. Pues sí, injustísima es la vida y mas cuando lees/escuchas/ves cosas así... Muchos ánimos para tu amiga, espero que se reponga pronto. Besos

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  7. Me da pena todo el mundo en esta historia. Tu amiga, L. y su niña. La condena de unos es la bendición de otros a veces. El mundo está mal repartido a veces. Confío en que L. se reponga y logre disfrutar de su niña y en que tu amiga finalmente lo consiga. Un besote.

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  8. ya sabes lo que pienso del embarazo adolescente, pero es que además un embarazo adolescente sumado a una depresión (porque me imagino que será lo que tiene, no lo sé que no soy facultativo) por un bebé al que no deseas es horrible. Horrible para ella, para su hija. Por que esa hija nunca tendrá a su madre como referente de nada y está creciendo sin contar con ella. Y ella, si algún día se recupera tendrá que vivir con el peso de haberse perdido la infancia de su hija. Quizá hubiera sido mejor para ella haberlo dado en adopción o incluso el aborto, a pesar de que no soy partidaria de lo último.

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  9. Yo tb creo que es muy injusta, en mi caso he sufrido dos abortos, aunq ahora estoy en estado de mi segundo bebe, pero cuando escucho la palabra aborto voluntario, me dan los siete males, saber que miles de personas quieren tener familia y no pueden por unas causas o por otras y/o tanta gente que sufre abortos espontaneos y se rompen esos deseos, que me pongo de muy mal humor el solo echo de mencionar esa opcion.

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  10. A mí también me dan pena todas las de la historia. Ya sabemos lo del pañuelo para quien no tiene mocos. Da por saco, pero no podemos hacer nada, sólo cabrearnos más

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  11. Hace muchos años, unos veinte, mi amiga que estudiaba medicina hizo unas prácticas en verano en el hospital de nuestra isla. Por las tardes nos veíamos y me contaba cuantos peques habían nacido, ya que las hacía en maternidad. Una tarde me llegó casi llorando. Habían tenido que atender a una "niña" como L que se había quedado embarazada y que intentaba quitarse ese niño que llevaba dentro dandose golpes y tomando pastillas. La "niña" casi se queda y milagrosamente la criatura que llevaba dentro sobrevivió y siguió con el embarazo aunque ella no lo deseaba, pero era menor y sus padres no le dejaban abortar. Esa misma mañana había ingresado una pareja que ya estaban de nueve meses cumplidos. Aquella mañana ella había empezado a sangrar. Intentaron todo lo posible, pero no pudieron evitar un aborto natural a los nueve meses. Los padres estaban completamente destrozados. El personal de maternidad tambien estaba afectado. La "niña" que no lo quería siguió con su embarazo y la joven pareja tuvo que irse de allí sin su pequeño. Esa tarde acabamos las dos a moco tendido delante de las dos tazas de café. Como bien dices, la vida muchas veces es una puta mierda.

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