Hace cuatro años por ahora yo estaba embarazada de unas 34 semanas… vivía en la inopia feliz mi embarazo, tuve la gran suerte de no tener a mano a nadie que me mareara ni me asustara con la que se me venía encima asique dediqué mi embarazo a mimarme y disfrutar de la sobrecarga hormonal que me hacía estar superfeliz de la vida.
El día que me hicieron la cesárea entré temblando a quirófano y entonces se me vinieron encima todos los miedos del mundo, me di cuenta de que yo no estaba preparada para tener dos bebés… y el día que me los llevé para casa los miraba como de reojo pensando que aquellas dos cositas eran mías y que yo no tenía ni repajolera idea de que hacer con ellas.
Se que algunas de las que pasáis por aquí y estáis en la búsqueda daríais lo que fuera por tener esa sensación, pero yo en ese primer año de mis hijos llegué a pensar que quizá me había equivocado en mi empeño de ser madre, que yo no valía para serlo, que quizá me hubiera precipitado… ese primer año fue agotador, miro atrás y no me reconozco.
Yo salía de una cesárea de la que no pude recuperarme, simplemente me dieron el alta en el hospital y empezaron las idas y venidas para darles de comer y verlos. Luego les dieron el alta y los trajimos para casa y me vi sola con dos bebés. Yo no sabía nada de bebés… si, teoría una cuanta porque leía todo lo que caía en mis manos… pero poco más.
Mis hijos resultaron ser niños fáciles, es cierto que dormían estupendamente, que comían fenomenal, no tuvieron cólicos ni nada parecido… pero eran dos y ser dos era el principal problema. En aquel momento de cansancio y ofuscación, de falta de sueño llegué a pensar que hubiera sido mejor un solo bebé, que todo hubiera sido más fácil, que me sentía impotente si uno lloraba y no podía cogerlo por estar con el otro.
Mis días pasaban sola en casa hasta que Papimelli volvía de trabajar a las 4… a veces me venía arriba y me animaba a salir a dar un paseo pero mientras los preparaba y no se me hacía el rato y uno de los dos empezaba a pedir comer o se hacía caca justo antes de salir y entre unas cosas y otras abortábamos la salida.
Me daba pánico que algo les pasara, tenía miedo a hacer algo que repercutiera de forma fatal en ellos o por el contrario tenía miedo a que por haber sido prematuros algo les pasara o algo no fuera bien. Observaba cada uno de sus movimientos esperando encontrar algo que me llamara la atención pero algo en negativo: era imposible que todo fuera tan bien.
Al principio acordé con Papimelli levantarme yo para que él durmiera por las noches, pero él no podía soportar verme atareada con dos bebés y quedarse en la cama, al contario que yo… que muchas veces el cansancio hacía que fuera incapaz de oírlos llorar ¿Dónde coño se había metido mi instinto maternal?
Poco a poco fui adaptándome y creando pequeñas triquiñuelas que me facilitaran las cosas, la hamaca se convirtió en mi gran aliada para que uno tomara el biberón “solo” mientras yo le daba al otro. Para mi fue doloroso abandonar la lactancia a los tres meses, y lo hice por agotamiento quizá porque no estaba bien informada o no insistí o que se yo…
Poco a poco fui teniendo mayor destreza a la hora de apañarme con ellos… aún así seguía cansada. A día de hoy echo la vista atrás y creo que aquel cansancio no era normal… de echo fui al médico para descartar anemias u otras cosas y mi médico de cabecera solo me dijo que con dos bebés era normal sentirme así. Yo solo se que en el primer año de mis hijos raro era el día que no me dolía la cabeza, o las piernas, o sentía una pesadez insoportable.
He hablado muchas veces en el blog sobre esto…. Una vez incluso alguien me dijo que hablando así asustaba a otras futuras madres, un comentario hace años incluso me llegó a decir que era una exagerada porque ella con mellizos se apañaba estupendamente.
Yo no… a pesar de ser consciente que primero eran los niños, luego yo que descansaba cuando ellos dormían y luego otras tareas como la casa… a la que abandoné. Se que tampoco puedo quejarme porque el horario de Papimelli era buena y porque él ayudaba pero mi primer año con mis bebés fue duro, muy duro. Yo no tengo a mis padres cerca, mi maternidad coincidió con el echo de que mi abuela enfermara y mi madre tuvo que elegir entre su hija y su madre.
Mis suegros estaban desaparecidos. Afortunadamente yo no trabajaba, volví a hacerlo cuando mis pequeños tenían 6 meses (y lo hice durante otros seis) y me di cuenta de que la conciliación era una mierda, de que no podía centrarme, de que en la guardería se ponían malos un día si y otro no. Quizá si hubiera estado trabajando hubiera podido desconectar, pero yo pasaba 24 horas con ellos y me debatía entre disfrutarlos y recuperar un poco mi vida.
A día de hoy agradezco haberlos podido disfrutar, me da pena el no haberlo podido hacer de una forma plena, el echo de no poderlos disfrutar por separado. El haber estado totalmente agotada.
Algo de lo que me arrepiento es de que apenas tengo fotos con ellos en aquella etapa, estaba agotada, demacrada y ojerosa, nunca me han gustado las fotos y las pocas que tengo de aquel momento parezco un fantasma.
Ahora veo como ese primer año pasó volando…. Pasó tan rápido que ahora creo que hice lo que pude, que mi salud se resintió, que mis hijos fueron unos bebés estupendos que no me dieron quebraderos de cabeza, que la persona que tengo al lado dio la talla, que mi madre vivió ese año preocupada de que cayera en una depresión…
Supe poco a poco buscar mi espacio, mis ratitos para mi y mis ratitos para mi pareja, ahora recuerdo lo cansino que era salir a la calle con el cochecito gemelar y que nos parara todo el mundo para preguntar, que la gente nos mirara… ahora recuerdo y añoro el quedarme dormida dando el pecho despertarme y tener que mirar dos veces a mi bebé para ver quien era. Las noches en las que nos levantábamos cien veces a ver por qué Princesita no hacía ruido y por que Repollete era tan ruidoso durmiendo. Aquellos biberones nocturnos que se juntaban y me daba la sensación de que me había pasado la noche con una teta fuera y un biberón en la mano.
Ahora lo veo de otra forma, es como cuando uno se tira cinco años estudiando para terminar una carrera y no ves el final… pero ese final llega, la etapa cambio pañales y biberones es una etapa con cosas positivas y negativas. A veces esas cosas negativas cuesta exteriorizarlas por miedo a ser juzgado pero las hay…
Es que es muy importante que la pareja, cuando se tiene, esté a la altura. Las cosas entre dos cuestan la mitad :)
ResponderEliminarYo quería mellizas y me imagino los primeros años jajaja porque además no sé si mi problema es hipotiroidismo o fatiga crónica, pero muchas cosas normales me cuestan el doble que a la media.
Y gente que juzga, que aconseja sin que se le pida, que mete sus asquerosas narices en lo que hace el otro... ¡uff, qué torta tienen!
Besis de fresi xD
26+1
Ante todo darte las gracias por esta entrada
ResponderEliminarTengo mellizos de 5 meses y medio y me siento muy identificada
He llegado a pensar que no soy buena madre, que no lo estoy haciendo bien, que no los disfruto lo suficiente...,
Mi chico esta poco tiempo en casa por trabajo pero cuando está da la talla, aún así me encuentro cansada, muy cansada
Repito, gracias por la entrada, para mi es como una bocanada de aire fresco para seguir adelante
Hola! Me encanta tu entrada. Creo que ofrece una visión muy real de lo que tiene que ser el primer año de crianza de mellizos. Yo no creo en las superwomen pero si en las mujeres reales, en las madres de verdad. Esas que se cansan, que tienen miedos, que reconocen sus emociones,...y que son magníficas. Tú eres una de ellas.
ResponderEliminarYo me muero por ser madre pero sé que cuando ese momento llegue habrá momentos duros y difíciles. Al igual que Eva, pienso que el compañero que elegimos para compartir esta aventura es fundamental y que ha de dar la talla, pues los hijos son de ambos.
Y a las personas que juzgan o realizan comentarios desafortunados...qué te voy a decir...pues bien, que opinen pero que nunca te condicionen ni te hagan sentir mal. Cada mujer es un mundo y posiblemente a la que no se le haga pasado el primer año de crianza se le haga más adelante o en algún otro momento le flaquearán las fuerzas porque somos seres humanos y como tal acusamos el cansancio o la adaptación a una situación nueva por muy deseada que sea...
Y puestos a opinar, yo creo que eres una madre estupenda guapa.
Un abrazo muy fuerte.
No me quedan mas mase dos meses para mi hijo haga ya un año y si pudiera pedir algo serían más horas del día con él. Aun con la escasa lactancia y todo lo demás lo he disfrutado al máximo, y ahora me da pena irme 5h cada dia para hacer las prácticas pq es.tiempo que no recuperare de mi hijo. Cansada estuve los dos primeros meses y ya. Pichón ha sido un bebé fácil y lo sigue siendo. Es aventurero, intrépido, cariñoso, .parlanchin, es todo amor y locura. Pero tu tenías doble tarea y doble preocupación, es normal. Somos humanas. A mi sin embargo no me preocupa no tener.tiempo para mi, de hecho así tengo ambos blogs abandonados
ResponderEliminarQuerida mis mellis: conforme iba leyendo me daban unas ganas tremendas de achuchar a "tu yo de hace 4 años", y creo que has sido una auténtica superviviente que lo ha hecho fenomenal. Yo no soy madre todavía, pero sí que soy tía, y he tenido que arrimar mucho el hombro con mis sobrinas mayores, para que a mi hermana no le diera un patatús puesto que mi cuñado estaba la mayor parte del tiempo fuera. Mis sobrinas mayores se llevan 17 meses justos, así que me comí el primer año de guardería de la mayor aprovechando que tenía la facultad por la tarde, (mi hermana se incorporó después de una excedencia, y ya estaba embarazada), me he quedado de canguro más de una vez para que fueran al cine, y cuando nació la otra y se vinieron a casa a pasar la cuarentena, recuerdo que me colaba por las noches en la habitación para cogerla cuando tenía gases y mi hermana estaba dormida de puro agotamiento. Hasta que empecé a trabajar, solía ir a quedarme con ellas cuando mi hermana tenía tutoría con alguna profesora... Mi hermana me lo dice mucho, no sabe cómo podría haber salido de aquellos días sin mí, que disfrutaba y disfruto ejerciendo "mis plenos derechos" como tía.
ResponderEliminarCreo que si hubieran sido mellizas en ese momento nos hubieramos vuelto locos, y mi hermana se hubiera secado (habría llorando más todavía de lo que ya lo hizo). También tuvimos que escuchar comentarios de todo tipo: desde, tu no te aburres no? ah... tu te plantarás ya no? Y yo le decía:Tranquila, que siempre habrá alguien que esté peor que tu... A la gente le encanta hacer comentarios desagradables, que digo yo, que ya que opinan sobre lo que no se les pregunta ya podían animar a la mamá no?
Un besote
Pues a mí me pasó lo contrario que a tí. Después de mi cesárea con separación de varios días, y los dos meses de incubadora de mi hija, salí del hospital como un cohete llena de fuerzas. Conseguí dar el pecho a los dos, salía todos los días a pasear con ellos y hasta me llevaba al perro, los porteaba, supervisé las obras de la nueva casa y me mudé cuando tenían 4 meses, me los llevaba a todos lados sin problemas (de compras, a comer con amigas...) y me negué a que nadie me ayudara con ellos porque veía que podía perfectamente con todo.
ResponderEliminarY cuando mis mellis cumplieron 11 meses y todo parecía que se iba a hacer más fácil mi cuerpo hizo crack de repente... El día que nos íbamos de vacaciones de verano me empezó a doler la espalda y cuando llegamos al destino no podía erguir la espalda al salir del coche. Resultado, una hernia discal, una protusión, 5 meses sin sentir mi pierna derecha, 4 meses de fisioterapia, 3 de quiropráctica y varios neurólogos amenazando con que si no me operaba perdería la movilidad en la pierna (tuve el nervio pinzado 5 meses y hasta dejé de sentir dolor en la pierna).
Encima con el tema de la lactancia el traumatólogo no me quería dar calmantes (aunque había calmantes compatibles) y pasé el dolor de mi vida :-(
Recuerdo que salía al jardín y me proponía dar cinco o diez pasos seguidos y me costaba un mundo. Las escaleras de mi casa las subía a gatas porque me resultaba imposible enderezarme. Tardé como 7 meses en volver a andar y ahora tengo brotes de ciática de vez en cuando (pocos, afortunadamente) porque es una lesión crónica y de momento me he negado a operarme.
Moraleja: Tanto cansancio tiene que salir tarde o temprano por algún lado y a cada uno le afecta en un momento distinto y de distinta manera (en mi caso la espalda siempre ha sido mi punto débil desde los 20 años). No somos superwoman ni falta que nos hace :-)
A mi me pasó algo muy parecido cuando me mudé con mi hija de tres meses de la casa de mis padres a mi departamento de la ciudad muy lejana donde trabajo pues ahi perdí rapidisimamente peso y tuve que ir a terapia para recuperar rapidamente mi YO que andaba perdido en la estratosfera eso si una terapia alternativa de tres dias porque no tenia tiempo para mas 😃
ResponderEliminarLos primeros días, semanas... son muy duras teniendo uno... pues no imagino con dos!
ResponderEliminarMi enana no ha dado mucha guerra, ha comido bien, no ha tenido cólicos... pero duerme fatal. Y la falta de sueño es agotadora.
Hola Mismellis. Yo con mis polluelos he tenido un poco de todo. Tsunami al lado de Terremoto ha sido una balsa de aceite, además conseguí que al cabo de unos meses su padre fuera el que se levantara por la noche y la cosa se me hizo mejor. Terremoto siempre me ha traido dolores de cabeza en todos los aspectos. Dió muchísimo más trabajo, tuvo un montón de cólicos, de vomitadas, de llantos, de noches sin dormir, era movido... bueno, de hecho es hiperactivo así que imagina. Vamos que me dejó no un año, sinó unos cuantos agotada crónica. Te entiendo aunque en mi caso fue uno que valía por dos. Me quedaba frita en cualquier lugar, incluso si el niño se dormia en la hamaca yo era capaz de dormirme en el suelo a su lado para no hacer ruido y no despertarle de agotada que estaba. La de veces, pero muchísimas que me quedé frita en la alfombra al lado de Terremoto. Luego estaba lo de pasearte la hamaca al baño para ir al water, ducharte cuando una podía, si había suerte y si alguien lo vigilaba... vamos, que nadie ha dicho que la maternidad siempre sea fácil ni que tengamos que ser una supermamis, faltaría plus.
ResponderEliminarQue bueno saber q lo q me esta pasando no es tan anormal...tengo gemelas de 6 meses y una niña de 1año y medio...hace poco llegue a colapsar..explote senti q ya no podia mas...debo mucho sueño a mi cuerpo..yo trabajo casi todo el dia y en la noche x atender a mis gemes no descanso tengo mucho dolor de cabeza me siento agotada..fuera q tengo aun q atender a mi hija mayor aunq mi esposo es ina gran ayuda para mi..he llegado a hablar mal a mis bebes y tratarlas toscamente xq me sentia muy agobiada..claro que despues todo el dia en el trabajo me la pase sensible y llorando me sentia la peor mama de todas espero todo esto pase pronto se q asi sera
ResponderEliminarhola mi caso es bastante parecio les cuento tengo 5 niños de 7qños 11 años 3años x cumplir y mellizos de 9 meses me siento fatal la peor de las madres estoy sola con ellos mi niña de 11 me super ayuda con los bebes pero me siento muy mal x ello x que siento q le quito su infancia el niño de 7 años se porta super mal hasta lloro de rabia q no me hace caso dicen q son celos no se que hacer me siento muy mal les eh pegado e insultado despues me arrepiento y me siento peor ayudemen que puedo hacer
ResponderEliminarhola mi caso es bastante parecio les cuento tengo 5 niños de 7qños 11 años 3años x cumplir y mellizos de 9 meses me siento fatal la peor de las madres estoy sola con ellos mi niña de 11 me super ayuda con los bebes pero me siento muy mal x ello x que siento q le quito su infancia el niño de 7 años se porta super mal hasta lloro de rabia q no me hace caso dicen q son celos no se que hacer me siento muy mal les eh pegado e insultado despues me arrepiento y me siento peor ayudemen que puedo hacer
ResponderEliminarMe ha encantado leer tu experiencia. Necesitaba leer que no era la única madre que quiere salir de su casa sola y respirar aire por lo menos unos minutos.
ResponderEliminarSoy madre de mellizas de 8 meses, y estoy 24/7 con ellas,les doy lactancia exclusiva, y aunque tengo a mi madre ayudandome todo los días, ( por cierto es una santa) mi espalda me duele, me siento de vez en vez a llorar un rato y pedirle paciencia y fuerzas a Dios, no es nada fácil nuestro trabajo en casa, a veces me siento incomprendida por mi esposo, aunque el es muy ayudador cuando está en casa, no siente lo que yo, porque solo el que lo vive día a día se da cuenta de lo exhausto que es.
Gracias a todas por sus comentarios, me fortalecen!