lunes, 6 de julio de 2015

SOBRE CAMPAMENTOS DE VERANO Y AQUELLOS REMOTOS VERANOS...

Andaba yo pensando sobre el tema de la entrada de hoy cuando me fui a parar aesta entrada del blog de opiniones incorrectas, donde Eva nos cuenta que nunca fue de campamento simplemente porque su madre no le dejaba.
Yo empecé a ir de campamentos con 9 años, justo el año que hice la comunión, en mi parroquia había un grupo Scout y enseguida me apunté y empecé a realizar todo tipo de actividades con ellas, entre ellas los campamentos de verano, bueno de invierno también que íbamos a la Sierra de Francia y allí lo pasábamos pipa tirándonos por las laderas de las montañas con plásticos en la nieve.
Pero aquellos campamentos de verano eran toda una experiencia, preparar las cosas esperar con deseo la llegada del día y aquel viaje interminable de hora y media hasta el Lago de Sanabria.
Para los que no lo sepáis el Lago es el mayor lago de origen glaciar de la península ibérica, se encuentra ubicado en la provincia de Zamora donde además abunda un paisaje de cañadas, cascadas y lagunas ideal para hacer senderismo.
Pues eso.... que me iba de campamento con mi saco de dormir, mi linterna, mi caneco y demás con un montón de niños más a los que conocías o no y con los que vivirías cientos de aventuras durante 15 días. Hubo años incluso que compartimos el campamento con Scouts de otras ciudades y el asunto se volvía aún más divertido.
Recuerdo aquellas tiendas de campaña naranjas donde dormíamos un montón de niños, las juergas nocturnas, los fuegos de campamento donde a la luz de un fuego y con el maravilloso cielo de Sanabria contábamos historias.
Íbamos a hacer senderismo, montaña arriba montaña abajo, sorteando riachuelos, comiendo en medio del campo yendo hasta Ribadelago Viejo, un pueblo con una historia tremenda que impresiona nada más verlo... en 1959 la rotura de una presa en construcción debido a la mala construcción de los materiales provocó que el pueblo fuera arrasado por el agua y que de los 144 desaparecidos solo se recuperaran 28 cuerpos, el pueblo guarda entre ruinas la memoria de estos desparecidos y nunca más fue ocupado, años después se construyó un nuevo Ribadelago lejos del antiguo.
Llegábamos agotados, llenos de mierda, pero contentos...
Nos enseñaban responsabilidad, cada uno se ocupaba de su ropa, de lavarla, cuidarla, de saber que debía ponerse, aprendías a comer casi cualquier cosa, afortunadamente la cocinera cocinaba a las mil maravillas.
Empecé yendo con 8 o 9 años, y dejé de ir a los 17 recién cumplidos, recuerdo que ese año meses antes de ir al campamento estaba saliendo con G. y él me dijo algo parecido a: "no se te ocurrirá irte de campamento este verano, ahora estás conmigo...." la cosa me sonó tan machista que le mandé a paseo, y justo ese verano no fui de campamento pero fue porque no quise y el futuro me deparó conocer a Papimelli (hoy hacemos 18 años juntos)
Durante esos 15 días no extrañaba para nada a mis padres, no me preocupaba irme sola sin mis amigas, sabía que allí lo pasaría estupendamente, para algunos niños era duro separarse de sus padres pero en general todos se adaptaban de una forma u otra.
Papimelli nunca fue de campamento, dice mi suegra que él nunca lo pidió.... yo creo que es una experiencia estupenda que me gustaría que mis hijos el día de mañana vivan.
Un campamento urbano no es lo mismo, es cierto que como padres los tienes luego en casa contigo y que no tiene que ser fácil dejarles irse quince días, también diré que mis padres conocían a los monitores y a la cocinera al ser del barrio y había cierta familiaridad con lo cuál sabes perfectamente donde y con quien los mandas y supongo que eso da cierta seguridad.
 

12 comentarios:

  1. Hola corazón! Mi primera experiencia fue nefasta, me fui a los 9 años y lloré. Probé a los 16 en el campamento de los grupos de fe del cole de enfrente (luego me pasé a estudiar alli) y me encantó. Estuve asistiendo hasta los 21 y el último año fui de monitora de los más pequeños. Es verdad que aprendes a lavarte la ropa a decidir qué ponerte y a comer de todo. Mis hijos irán si ellos quieren. Un besote

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    1. Entiendo que según sea el niño la experiencia de estar lejos de sus padres puede ser dura o traumática si me lo permites, no todos tenemos al misma madurez ni somos igual de independientes y por supuesto los niños van solo si quieren.
      Un besote

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  2. Yo sólo fui con trece años una vez y me encantó pero de más pequeña no sé si lo hubiera pasado tan bien...

    Feliz aniversario!!!! Un besote.

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    1. Ya... igual 9 años se es muy pequeño no lo se... yo lo pasé estupendamente, también te digo que siempre he sido muy independiente... un besote

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  3. Yo creo que como en todo, cada uno cuenta la experiencia como le va. Papabatallas y yo hemos ido de campamentos varios años y ninguno de los dos tenemos buen recuerdo, yo he ido varios años con la junta, Y lo pasaba muy muy mal, echaba de menos mi casa, mis padres...vamos un sufrimiento.

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    1. En mi caso ya te digo que era un campamento de la parroquia, mi madre conocía a los monitores del barrio y además la cocinera y el responsable eran conocidos de toda la vida de mi padre, los niños del campamento eran niños del barrio a los que conocías de catequesis o del colegio o de jugar en el parque, supongo que no es lo mismo que irte a uno de la junta.
      Un besote

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  4. Yo fui con el cole r bien pequeña y luego adolescente e incluso de adulta, pues aquí organizan para menores de 30 también!
    Me lo pasé genial, tanto que acabé siendo yo la monitora jajajaja

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    1. Yo los últimos dos años fui monitora de los peques.... y me encantaba, no se por qué deje de ir exactametne.... un besote

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  5. Yo fui al mismo campamento desde los 9 años hasta los 17 y estoy deseando tener un peque para enviarle. Mis recuerdos son geniales, la mejor etapa de mi vida con diferencia. En cuanto a las ventajas... no puedo añadir nada más a las que tú has comentado, que no son pocas. Además, aprendes muchas destrezas: mi campamento era una granja escuela y aprendiamos a hacer mimbre, panadería, apicultura (que miedo! Pero que rico morder un panal recién cogido como si fuera un chicle), velas, ganadería (básicamente duchar cerdos con una manguera, que les encantaba, y perseguir a unos pobres patos, que no les encantaba tanto, jaja). Si, definitivamente tengo muchas ganas de enviar a los futuros hijos míos de campamento :)

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    1. En nuestro caso también hacíamos un montón de actividades y al ser Scouts trabajábamos muchos temas sobre medio ambiente, reciclaje huerto ecológico y demás.... lo pasábamos estupendamente.... un besote

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  6. yo igual! mi primer campamento fue de regalo de comunión con 9 años y con el grupo scout de mi barrio. Lo mejor que pudieron hacer mis padres!

    INFERTIL DESVERGONZADA

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    1. Para mi aquellos años de excursiones, convivencias y demás con los Scout fueron una pasada, muchas experiencias vividas... un besote

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