miércoles, 4 de diciembre de 2013

HISTORIA DE UNA PRINCESA

Había una vez en un lejano lejano país una reina madre que deseaba más que nada en el mundo tener un hijo. Sus sueños y deseos se vieron cumplidos cuando se enteró de que esperaba un hijo y deseó con todas sus fuerzas que fuera una niña. Cuando la reina madre se enteró de que en realidad venían dos bebés deseó que fueran dos niñas y empezó a fantasear con como serían aquellas futuras niñas:
Imaginó para ellas dos nombres de reinas, y las etiquetó con todo aquello que se esperaría de dos princesas: dulces, delicadas, tranquilas, locas por el rosa, fans de otras princesas, enganchadas al maquillaje y la ropa de sus madres, obsesionadas con los espejos, dóciles y toda una serie de cosas que a ella se le antojaron normales.
Pero entonces un día el médico real le dió una noticia: solo uno de los dos bebés que esperaba era niña, porque el otro era un varón.
A la Reina Madre le hizo ilusión la noticia, porque seguía habiendo una dulce princesita en su barrigota.

Un buen día nacieron los dos bebés reales... y la Reina Madre puso nombre de princesa a su hija, la vistió de rosa y le contó cuentos de princesas.... pero la vida tenía otros planes para Princesita.
Porque Princesita nunca ha sido una niña tranquila, ni de bebé, y en cuanto tomó cierta independencia al aprender a andar decidió que a los sitios se llegaba mejor corriendo... después decidió que las muñecas eran algo muy soso y aburrido y que para ella lo mejor era una pelota de futbol o subirse a bordillos para saltar.
La linda Princesita nunca se sentó a jugar con otras Princesitas, para ella lo realmente divertido era corretear con niños más mayores, trepar a los sitios y subirse a cualquier patinete o bicicleta que hubiera cerca... a la pobre reina madre se le salía el corazón del pecho cada vez que la veía hacer ese tipo de locuras.

La pequeña Princesita nunca se fijó en las muñecas, su madre le había sacado las muñecas de cuando ella era pequeña... La Princesita las miró extrañada y después de agarrarlas por los pelos ideó un nuevo juego: hacer carreras por el pasillo con los cochecitos de las muñecas, pero evidentemente sin muñecas.

La pobre Reina Madre le compró preciosos vestidos con sus lindos zapatitos... pero un día se dió cuenta de que su pequeña Princesita era muy marchosa y trepar por los sitios, saltar y rebolcarse haciendo la croqueta son incompatibles con los lazos, los leotardos y los vestiditos llenos de lazos... la Reina Madre suspiró resignada y decidió claudicar en su idea de vestir a su niña de ñoña.
La linda Princesita estaba más cómoda con pantalones y salía en estampida cada vez que veía a su ingenua madre acercarse con un vestido. Poco a poco los pantalones, leggins y chandals poblaron su armario. La Reina madre suspiró resignada: todo fuera por la felicidad de la linda Princesita.
A la Reina Madre le encantaba el color rosa... de siempre... pero la linda Princesita se pirraba por el verde y el amarillo y todo lo que fuera de esos colores le hacía saltar de la emoción. La Reina Madre fué comprando cada vez menos cosas rosas, cada vez menos vestidos y ya casi ningún juguete color rosa.

La Reina Madre se dió un día cuenta de que su linda Princesita era una princesita atípica: intrépida, valiente, decidida, nerviosa, curiosa, y otras muchas cosas, no era una niña dócil... ni de estas niñas que apenas te enteras de su presencia, no, Princesita era arrolladora, como un ciclón, como un terremoto... alocada, ocurrente, cantarina, y con un gran temperamento.
No se parecía en nada a una princesita de un cuento, no... la Reina Madre suspiró aliviada: estaba segura que su Princesita no sería la típica princesita que esperaría encontrar un Príncipe azúl, si algún día perdiera un zapatito de cristal iría ella misma a buscarlo al lugar que lo perdió, no estaría 100 años durmiendo sin hacer nada más esperando a que un príncipe la despertara con un beso, si una bruja quisiera envenenarla con una manzana posiblemente su Princesita le tirara la manzana a la cabeza a la bruja, su linda Princesita era un ser único e irrepetible.

18 comentarios:

  1. Misme me estoy riendo con ganas porque resulta que en mi casa mi hija es la princesita y yo, su mama, soy la misma estampa que tu hija. Vamos, que en nuestro caso se han invertido los papeles. Un besote.

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    1. Si esque al final la naturaleza es sabia y nos da lo contrario de lo que somos para hacernos la vida algo más divertida jajaja...

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  2. En rosa o en azul, princesita es una niña especial, y reina madre ha hecho un trabajo genial aceptandola tal y como es.
    Besotes

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    1. Me encanta el punto loco que tiene y su energía... todo lo contrario que yo... ufff menuda adolescencia me espera...

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  3. Bonito cuento, pero esta Princesa es mas como Pocahontas. Esto le dará algunas ventajas a lo largo de su vida, no se dejara engañar por Sapos vestidos de Príncipes, ni por Brujas malvadas, ni por Manzanas envenenadas. Esa "Princesa" tiene mucha personalidad. Le irá bien en la vida.
    Besos¡

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    1. Sobretodo que no se deje engañar por sapos vestidos de príncipes jajaja... un besote

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  4. Precioso post... pero no es una princesa atípica, es que las nuevas princesas son así... valientes, decididas, ellas mismas... con mamás Reinas blogueras que les permiten ser ellas mismas... Olé por esa monarquía! ;)

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    1. Me encantan las princesas modernas... las de antes eran unas ñoñas cursis...

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  5. Yo estoy con lady cobijo, las nuevas princesas son así, se valen por si mismas y no necesitan un principe que las salve.. Lo mejor es que la reina madre ha sabido adaptarse. Un beso

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    1. PUes eso que sea ella la que salve al príncipe... y ya sabes adaptarse o morir.... un besote

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  6. Jajaja. Si es que, como decía Sabina "Las niñas ya no quieren ser princesas". Lo bueno es que tú te vas adaptando a ella y no haces que sea ella quien deba adaptarse a ti. Conozco más de un caso de chicas que recuerdan con horror cómo las obligaban a vestirse sus madres a pesar de que a ellas no les gustaba nada. Un besote!!!

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    1. Sabina tiene toda la razón... o igual es que ahora son Princesas recicladas mucho más listas de lo que éramos nosotras... un besote

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  7. Porque tu princesa es una princesa de hoy en día, como te han dicho ;) Esto nos hace ver que por mucho que nos preparen para una vida, podemos llegar a ser lo que queremos. Dentro de unos cuantos de años será un gran tema de conversación entre vosotras y fruto de tardes de risas :)

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    1. Si, dentro de unos años le hablaré de todos los vestidos de princesa que cuelgan de la percha en su armario y que nunca se puso jajaja....

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  8. Jajajaja, tú Princesita me ha recordado a Mérida, de Brave. Así que mejor la dejás hacer un poco y que desarrolle su personalidad. No sea que te prepare un bollito y te convierte en una mamá-osa, que una osa vestida de rosa, con taconazos y rimel en las pestañas puede ser demasiado hasta para el papel couche formato revista del cuore pijeril

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    1. Exacto también pensé yo en Brave... solo que mi Princesita no me ha salido pelirroja jajaja....

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  9. Me encanta este cuento de reinas y princesas! Bssss

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    1. Si, aunque la princesa no sea princesa y la reina ande algo estresada corriendo detrás de la no princesa... un besazo

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