viernes, 30 de enero de 2015

CONFESIONES SOBRE OVODONACIÓN


Acabo de leer esta entrada http://laberintomaterno.blogspot.com.es/2014/12/mantener-en-secreto-la-ovodonacion.html#comment-form de Valeska del blog "Laberinto hacia la maternidad" en la que su autora cuenta algo que a las infértiles nos pasa de forma habitual.
Ella hace unos días hablando con una amiga ésta le confesaba que estaba en busca de un bebé y que no llegaba y que le habían planteado la ovodonación. Valeska no supo muy bien que decir ni que hacer porque su deseo es mantener el secreto de la ovo hasta que por lo menos su hijo lo sepa algún día.
Lo que le pasó a Valeska me ha pasado habitualmente, cuando yo di la noticia de mi embarazo una amiga estaba en búsqueda, simplemente vi que le cambiaba la cara, pero yo desconocía su situación real…. Cuando me enteré de su segundo aborto le mandé un mensaje y le hablé de que mis hijos eran por reproducción asistida incluso le recomendé mi clínica pero en ningún momento hable de Ovodonación…..
Al poco tiempo estando en el médico la mamá de una niña de la clase de Repollete y Princesita me contó (sin tener apenas confianza con ella) que su hija había sido un milagro tras varios intentos en diez años de lograr embarazo y numerosos tratamientos, yo la escuché pero no le hablé de ovodonación aunque si le dije que mis hijos eran de tratamiento.
Más tarde una vecina me preguntó si mis hijos eran fruto de reproducción asistida (ojo con las preguntas de personas casi desconocidas) y le dije que si, con total naturalidad pero obvié el asunto de ovodonación.
Hace unos días fui a un cumpleaños, había un bebé precioso y todas las madres comenzamos a hablar de la posibilidad de tener o no más hijos, una de las madres comentó que a ella le había costado mucho quedarse embarazada de su hijo, y que ahora dada su edad tendría muy pocas posibilidades, la conversación fue llevándonos a otros derroteros y finalmente le comente sobre ovodonación, le hable de la posibilidad mientras el resto de madres escuchaba, obvié que mis hijos fueron de ovo pero fue interesante ver las caras de muchas de ellas, solo una dio su opinión sincera (negativa) y quizá la dio con tanta sinceridad porque era una chiquita joven, el resto de madres rondando la mayoría los 40 veían esa posibilidad en caso de que no valieran sus óvulos, pero ninguna de ellas daba por hecho de que con 40 años posiblemente para la mayoría de ellas esa fuera la única opción.
Me da la sensación de que aunque no pretendo ocultarlo y de echo mi entorno más íntimo lo sabe no quiero exponer mi intimidad a desconocidos, ni siquiera a esa amiga que os comentaba al principio…. Quizá porque la conozco y se que la opinión que me dará no me apetece escucharla.
En esa mesa entre madres, pronto otra comentó que su hermano era padre de mellizos por FIV, otra habló de una amiga y así casi todas tenían alguien en su entorno que había acudido a reproducción asistida, algo que hace años no se decía ahora se habla con naturalidad y sin embargo la ovodonación sigue escondida….
Entiendo a Valeska que no se atreviera a comentarle a su amiga su historia para ayudarla ahora que tenía que enfrentarse a una ovo, posiblemente yo también me bloqueara de igual forma y no sabría ni que decir…. O quizá me pillara en uno de esos momentos de sinceridad exacerbada y confesaría todo….. no lo se….
Me da cosa pensar que a mi lado puedo tener una amiga (de las de verdad) que esté pasando por algo como lo mío y se vea sola sin saber a quien acudir… por otro lado no pretendo convertirme en abanderada de nadie ni exponer la intimidad de mis hijos. Porque al final lo que más me duele es su intimidad y su derecho a que sus cosas no deben ser de dominio público. Yo puedo defenderme de comentarios hirientes… ellos no.


jueves, 29 de enero de 2015

EL DERECHO A JUZGAR

Desde que Papimelli se ocupa de los niños mientras yo trabajo fuera de casa durante toda la semana (en otra provincia), he tenido que escuchar todo tipo de comentarios a cada cuál más variopinto sobre lo que estamos haciendo y sobre PRIORIDADES.
La gente es muy dada a dar opiniones sin ser solicitadas y ten claro que hagas lo que hagas siempre tendrás gente que te respete, gente que se posicione a favor y por supuesto gente que se posicione en contra.
Estos últimos te darán su opinión sin el menor atisbo de educación y respeto o simplemente gesticularán haciéndote sentir lo peor de lo peor únicamente por hacer lo que quieres.
Estoy trabajando fuera de mi provincia de forma totalmente voluntaria, nadie me puso una pistola en el pecho para obligarme, simplemente acepté la posibilidad de trabajar para la Administración en una bolsa de trabajo de la que ni recordaba haberme presentado. Buen sueldo y buenas condiciones. Para evitar hacer kilómetros extras me quedo a mitad de camino entre donde vivo y donde trabajo ósea la casa de mis padres.
Una vez dicho esto me topo el otro día con un grupo de madres que directamente estaban criticando lo malos malísimos que eran sus maridos, como seguían haciendo sus vidas sin importarles que ellas tiraban de casa y trabajo y como no hacían nada de nada en sus casas.
Una de ellas soltó aquello de: “eres madre y tú vida cambia pero ellos siguen haciendo lo mismo”.
Típico comentario que una está ya cansada de escuchar, y ya por aquello de no morderme siempre la lengua le dije: Bueno mujer…. No generalices, no todos son iguales.
A lo que ella respondió: Bueno, el tuyo porque no le queda otro remedio.
¿Perdona? Espero que en la cabeza de esta chica y en la de otras muchas que conocen nuestra situación (temporal) actual quepa la posibilidad de que él lo hace encantado, de que lleva ocupándose de sus hijos al 100% desde que nacieron, que salvo parir y dar la teta ha participado en las mismas cosas y en el mismo grado que yo en la crianza de nuestros hijos. Porque los hijos son de dos, y porque los dos tienen el mismo derecho a tener sus vidas además de la paternidad.
Mi marido no está obligado a quedarse con los niños, lo hace porque es su obligación, ha pedido una excedencia o permiso en su trabajo para llegar una hora más tarde y para que le liberen de determinadas tareas que pueden ocasionar días o noches fuera de su lugar de residencia. Muchas mujeres con las que me cruzo habitualmente creen que él lo hace porque no trabaja y no le ha quedado otro remedio. Pues no señores él lo hace porque pedir esa excedencia es un derecho que le respetan y como otros muchos padres que trabajan donde él hacen.
Papimelli no es peor ni mejor que nadie pero es que odio que la gente generalice acerca de hombres ineptos que no saben ni freír un huevo o que directamente no se preocupan de la crianza de sus hijos. No creo que Papimelli sea la excepción en el género masculino. Yo si tengo amigos chico encantados de poder participar en la crianza y educación.
Hombres mal enseñados los hay en todas partes, evidentemente si permites que tras ser madre él siga con su vida el error quizá sea tuyo y no de él.
Yo no doy explicaciones de mi vida en el mundo real…. Pero llevo varios meses teniendo que escuchar aquello de “cada uno prioriza lo que le interesa más” como si elegir entre mis hijos o mi trabajo fuera una opción.
Ayer leí en el periódico que un alto porcentaje de jóvenes españoles consideran válido obligar a sus parejas a dejar su trabajo por “el bien familiar” ¿perdona? Si esto es real es que algo estamos haciendo fatal a la hora de educar a nuestros hijos.
Sigo viendo caras de reprobación en algunas madres como si se sintieran con el derecho a juzgarme a mi o a mi marido. Como si él fuera una víctima de mi capricho de irme a 143 km de mis hijos… ¿Qué sucedería si en lugar de yo hubiera sido él quien se fuera?

miércoles, 28 de enero de 2015

SEPARACIONES Y NIÑOS

El otro día me enteré que una mamá del cole se va a separar, me enteré si querer y me sentí bastante incómoda teniendo información muy personal de alguien a la que apenas conozco, sobretodo pensando que la vida íntima de esa chica era cotilleo generalizado en medio de un cumpleaños.
La verdad es que esta chica la conozco desde que Repollete y Princesita fueron a la guardería, su hijo J iba a clase con los míos y ahora van al cole juntos. Siempre me llamó la atención porque era una chica muy jovencina siempre cargada con su hijo… siempre pensé que el padre trabajaría un montón de horas para sacarlos adelante, prefiero pensar eso a que el padre delega toda la responsabilidad de crianza en al madre (cosa que también suele pasar). Alguna vez la escuché tener alguna conversación telefónica acalorada con su pareja y a él lo vi un par de veces y siempre me pareció algo niñato (ojo juzgaba solo por las apariencias).
En el cumpleaños al que fui esta chica se marchó pronto… muy pronto, recién merendados cogió a J y se lo llevó. Y entonces simplemente alguien comentó que se lo llevaba al padre que le tocaba tenerlo a partir de las siete. Entonces me enteré de que se estaban separando.
No me llamó la atención la separación porque desgraciadamente eso ya no es algo raro, sino por el hecho de que se casó hace menos de un año. Luego comentábamos que ese pobre niño estaba pagando las consecuencias de todo.
Es cierto que Repollete me comentaba que J le pegaba, y me llamaba la atención porque J siempre se había llevado muy bien con Repollete, si que sabía que la profesora del cole había llamado al orden a esta madre acerca de determinados comportamientos del pequeño.
Posiblemente está somatizando el divorcio de sus padres, no se muy bien como le explicas a un niño que te lo llevas de un cumpleaños para llevarlo con su padre, que este padre te dejará jugar solo en la habitación mientras el juega a la Play tomándose una cerveza.
Lamentablemente al final siempre pagan los niños por las cosas de los padres, y admiro profundamente a esos padres que tienen la madurez para diferenciarse como pareja y como padres, igual no me vales como compañero de vida pero si como padre de mis hijos y por ello debería tener la capacidad de llegar a un acuerdo contigo.
La separación debe ser algo traumática, el dice que a ella le ha lavado el cerebro el psicólogo de donde trabaja desde hace poco, y ella dice otra cosa, los que los ven habitualmente describen una relación viciada, acoso y posiblemente algo más.
Porque ese niño de 4 años va contando cosas muy fuertes en clase… dice que su papá ha pegado a su mamá…. Y me imagino a la profesora escuchando aquello, siendo consciente de que a veces a los niños no hay que hacerles excesivo caso, pero sabiendo que los niños a veces son muy sabios.
Me pregunto como funciona el cerebro que nos hace creer que las personas cambian, que nos lleva a tomar la decisión de tener hijos con quizá la persona menos adecuada y que nos lleva a casarnos con alguien que pensamos que vamos a cambiar.
Y todas estas preguntas me las hago cada vez más veces… la semana pasada acompañé a una mujer a denunciar a la guardia civil, mientras relataba su día a día nos preguntaba al señor agente y a mi si su marido algún día cambiaría… después de 15 años con él y tres hijas ella se seguía haciendo esa pregunta mientras insistía en que él era un buen padre.
No tengo claro si ese chico papá del niño del cole será un buen padre, o si solo usa a su hijo como moneda de cambio, tampoco se si ella tiene suficientes recursos emocionales para afrontar todo lo que se le viene encima ella sola. No se en que podrá afectar a ese niño lo que está viviendo. Tampoco tengo claro por qué nos ponemos a hablar de ella en medio del cumple y por qué hay madres tan informadas… me pregunto si tendrán tanta información sobre mi.
Sigo pensando en ese niño… Repollete insiste en que ya no es su amigo, porque pega y porque muerde… espero que entre todo este caos de adultos alguien repare en ese niño para explicarle por qué lo sacan de un cumpleaños a media tarde para llevarlo con su padre que finalmente lo dejó como si fuera una mercancía en casa de sus abuelos.

martes, 27 de enero de 2015

EL NOVIO DE PRINCESITA

El otro día bromeando con Papimelli me dirigí a Princesita y le dije: “Princesita no te eches novio tu soltera y a vivir la vida”…. Ella me miró se puso colorada empezó a reírse y mientras bajaba la cabeza para mirar al suelo va y me suelta: “Mami… es que no te he contado una cosa” (oh mi primera confesión madre-hija con cuatro años, esto va muy rápido).
Miro a Princesita y le digo: ¿Qué me tienes que contar preciosa?
Y ella roja como un tomate y muerte de vergüenza me dice: Mami es que yo ya tengo un novio.
Ups…. Yo pensaba que con cuatro años uno no tenía novios y que bastante tienes con no salirte de la línea cuando pintas como para encima echarte un novio.
Papimelli y yo bromeábamos con el asunto… pero solo tienes que mirarla a ella para darte cuenta de que algo pasa por su cabecita, es hablar de S y ponerse nerviosa y me cuenta cosas que S hace en el cole. Es un niño que va al comedor, curiosamente también miembro de una pareja gemelar, S debe ser un trasto de cuidado y es mi yerno.
Papimelli y yo nos preguntábamos si dicha relación era recíproca cuando por vía grupo de Wasap me enteré quien era su madre…. Y por lo visto es sabido por todos los niños de tercero de primaria que S y Princesita de segundo de primaria son novios.
A mi esta situación me causa entre ternura y cierto recelo…. Que pena que empecemos a imitar a los adultos tan pronto…. Pero un momento…. ¿Qué cree Princesita que es un novio?.
-Princesita…. ¿Qué cosas haces con S?
-Ains mami (como si fuera una adolescente)…. Cosas de novios
-¿Y que cosas hacen los novios Princesita?
-Cogerse de la mano y jugar juntos…. Y darse besos
-¿Darse Besos Princesita?
-Si mami…. Como a Repollete, a la gente a la que se quiere se le dan besos en los mofletes
Bueno…. Necesito tiempo para asumir esto… MI Princesita tiene un novio con el que juega al futbol y como van juntos al comedor él que para eso es un año mayor le sube la cremallera del abrigo cuando salen al patio. Y como ella le da besos en el moflete a su hermano porque le quiere pues también a S.
Que fácil es el amor con 4 años…. Existe el amor con 4 años?... la veo como reacciona cuando habla de él y me hace gracia porque la imagino con 10 años más teniendo la misma actitud. Hace un rato le enseñe la foto de perfil que tiene la mamá de S… con S y ahora a cada rato me pide que se la enseñe.
Pero mi Princesita parece consciente de que las relaciones con cuatro años no tienen pinta de ser duraderas y por ello cada semana desde hace un mes los viernes cuando llego me informa:
-“Mami, S sigue siendo mi novio”.
Algún día mi Princesita y yo afrontaremos los primeros desengaños, las primeras rupturas, y espero que me hable de ellas con la misma naturalidad que ahora, con la misma confianza y con la misma ilusión.
Que fácil es tener un novio con 4 años.

lunes, 26 de enero de 2015

DE NIÑOS, NIÑAS Y CUMPLEAÑOS

La semana pasada me llamó una mamá del cole, su hijo H es amiguito de Repollete y Princesita, de ambos y ambos hablan de él por igual. La mamá de H empezó diciendo que tenía un problema conmigo y que no quería ponerme en un compromiso. Me hizo gracia como me lo dijo e imaginé enseguida lo que sucedía:
-“Verás Mismellis, se que andáis un poco liados cada uno en una provincia y Papimelli cuidando a los peques, pero es el cumple de H, no pensaba invitaros porque se que supondrá un poco de jaleo para vosotros y no quiero poneros en el compromiso… pero H está muy disgustado y dice que no entiende por qué no pueden ir Repollete y Princesita a sique, he pensado que te lo voy a comentar y que luego ya tu decides si puedes o no venir con tus peques”.
Me hizo gracia que para ella hubiera supuesto un quebradero de cabeza invitarnos o no…. Pero entiendo que H ya tiene cinco años y para él ya empieza a ser algo más claro a quienes quiere ver o no en su cumpleaños, para H no es razón para no ir que su padre o yo no podamos llevarlos y sugirió a su madre que fuera ella quien recogiera a Repollete y Princesita.
Yo le dije a la mamá de H que hablaría con Papimelli para que él los llevara, que por nada del mundo se viera obligada a invitar a los dos que no van en pack, a lo que ella me respondió claramente que la idea de ir los dos invitados era de H que decía que Repollete era su amigo y que Princesita era su mejor amiga. Algunas mamis del grupo de Wasap flipaban un poco con la idea de “única niña” y alegaban aquello de que sus niños no querían invitar a niñas, yo creo más bien que una vez que H invitó a Princesita el resto irán detrás invitándola porque al fin y al cabo Princesita es una más.
Durante el cumpleaños todas las madres comentaban precisamente eso que sus hijos querían invitar únicamente a Princesita alegando que ella era guay, y solo es guay porque le gustan las mismas cosas que a ellos.
Finalmente fuimos al cumpleaños y para evitar que Papimelli se pasara tres horas frente a un grupo de madres decidí ir yo… salí directa del trabajo y me presenté allí, la mamá de H se alegró un montón de verme y dijo que H estaba supercontento de que finalmente Repollete y Princesita fueran el cumple.
Aproveché para decirle al resto de madres que no quiero que se sientan obligadas a invitar a los dos porque no son un pack, pero que evidentemente Papimelli no puede llevar a uno porque ¿Qué hace con el otro?, mientras esta situación perdure él no puede dividirse, eso está claro, pero tampoco pretendo en ninguno de los casos que tengan que ser invitados los dos por narices.
De cualquier forma me chocó que algunas madres les llamara la atención que Princesita fuera sola, me gustó la determinación de H para invitar a una niña si o si porque ella era su amiga y además le reservó el sitio al lado suyo, mi Princesita fue el alma de la fiesta jugando como una más con el resto de niños.
Cuando llegó el momento de pintarse las caras ella quiso que la maquillaran de Batman y una vez más algunas madres (todas de hijos varones) fliparon con la ocurrencia de Princesita, probablemente esperaran que mi niña se pintara una flor o una mariposa o cualquier otra cosa, pero mi niña se sale de lo que se supone que debe ser una niña, ella va más allá le gusta el futbol más que las muñecas (no tiene ni una) y siempre está rodeada de niños.
Esto último no me gusta demasiado, me gustaría que poco a poco fuera arrimándose al resto de niñas, pero ella se aburre… ella necesita movimiento y por eso se siente más cómoda entre niños. No veo esto como algo negativo en absoluto, siempre hay niñas parecidas a ella, pero ella sigue sintiéndose mejor entre niños.
Una madre del cumpleaños me dijo algo que me quedó un tanto flipada:
“Bueno quizá es mejor que ella juegue con niños a que él juegue con niñas”… ¿perdona? Tienen cuatro años, pueden jugar con quien les de la gana y flaco favor les hacemos si ya empezamos a marcarles diferencias, tengo un hijo al que le gusta jugar con niñas y una hija a la que le gusta jugar con niños y de repente se mezclan y juegan con todo tipo de juguetes y no tienen prejuicios ni estereotipos marcados, para eso ya tendremos tiempo.

martes, 20 de enero de 2015

REPOLLETE, PRINCESITA Y UNA CARRERA

Princesita es toda una atleta, salta, corre y hace posturas imposibles desde bien pequeña, es muy ágil y tiene una motricidad sorprendente. Esto siempre ha sido así y es una realidad.
Papimelli es un loco de correr…. Vamos que le chifla y en los últimos años carrera que ve carrera a la que se apunta, además de correr todos los días por motivos de trabajo, vamos que en el trabajo corren todas las mañanas.
El llevaba tiempo pidiéndome apuntar a Princesita a una carrera en la categoría “chupetines”, pero lo hemos ido dejando, hace un mes tuvimos la oportunidad y apuntamos a la niña a una carrera benéfica a favor del banco de alimentos.
A Repollete no, y no es por querer discriminar a mis hijos, sino porque Repollete tiene un problema en las piernas y hasta hace poco su motricidad era pésima, se caía a la menor y sus piernas eran más débiles y por no me digáis que no lo apuntamos.
Ese día nos fuimos a un pueblo cercano a la carrera y Princesita estaba emocionada con su dorsal y vestida de Runner, y Repollete la miraba. En un momento determinado él me preguntó: ¿por qué yo no corro?.... y aquella pregunta sonó en mi cabeza: “Es verdad Papimelli, no se por que no hemos apuntado a este niño”… bueno si lo sabíamos porque hasta ese preciso momento Repollete tampoco había dado señales de querer correr ni nada parecido.
En la línea de salida estaba Princesita preparada para correr, con su dorsal y su padre al lado, Repollete y yo junto a las vallas mirando. Era la primera carrera de Princesita a sique en la salida estuvo algo lenta, pero una vez que vio de que iba la cosa empezó a adelantar y quedo más o menos por el medio a la hora de las llegadas.
Viendo que Repollete insistía en correr lo apuntamos con Princesita a la San Silvestre de nuestra ciudad. Y el día de la carrera nuestro hijo nos dio una gran lección.
Confieso que no creíamos que Repollete fuera a correr sin pararse o sin darse la vuelta, que posiblemente íbamos a ir para nada, pero mi Repollete cuando dieron la salida salió corriendo como una bala, su padre no hacía más que reírse y los dos tuvimos que admitir que nos había sorprendido lo bien que lo había echo, le felicitamos y él estaba tan contento porque le dieron de premio un litro de leche Gaza con chocolate. Aun me río cuando recuerdo las zancadas que daba cuando no hace mucho daba una zancada y caía al suelo. Tengo que confiar más en ellos y transmitirles esa confianza.
Princesita en cambio demostró una vez más que tiene autoestima para dar y regalar, quedó la tercera en la categoría chicas, pero si le preguntas te dice que ganó. Ella ganó la carrera porque corrió mucho, es su explicación.
A sique tengo tres ranners en la familia, sedientos de carreras, adictos a los dorsales… y yo voy detrás simplemente a sujetar la mochila y desearles suerte.


Me alegra que mi Repollete tenga por fin fortaleza en sus piernas, que ya quiera jugar con otros niños al futbol porque sienta que no se cansa, que confíe en si mismo tanto como para insistir que él también quiere correr, y me gusta que Princesita tenga esa autoestima envidiable que le haga pensar que ella ganó… aunque quedara la tercera.
Antes de correr ella le decía a su padre: Papi ¿y si no gano? Y Repollete le respondía: Princesita lo importante es intentarlo.

lunes, 19 de enero de 2015

UN REPOLLETE Y UNA RABIETA

Repollete lleva sufriendo que mami esté fuera de casa toda la semana ya cinco meses…. Le quedan otros tres. Primero todo era normal, no había nada que nos hiciera notar que mi querido Repollete estuviera pasándolo mal por mi ausencia. Después empecé a notar que cuando llego los fines de semana (el viernes) le cuesta un rato tirarse a mis brazos y llenarme de besos babosos, me parece que me castiga por esos cuatro días sin mi. Luego todo es normal, tan normal que llevo cinco meses pensando que en algún momento uno de mis hijos enseñaría la patita y me demostraría que no es tan normal que tu madre teniendo tú cuatro años se vaya de lunes a jueves fuera de tu lado.
Se que no debo castigarme ni mortificarme que es algo temporal y por un bien común y que al fin y al cabo ellos están bien.
Pero la semana pasada todo dejó de estar bien, o al menos eso recuerdo. Llegué el viernes sobre las cinco y mis peques estaban echados la siesta (si, aún la duermen), cuando se despiertan suelen hacerlo de muy mala baba, pero por lo general se les pasa al rato, pero ese rato no llegó o al menos para Repollete, mientras nos vestíamos para ir a dar una vuelta estuvo lloriqueando que no quería dar un paseo, seguía lloriqueando mientras le metíamos en la silla del coche, seguía durante nuestro paseo hasta que por fin su protesta se le pasó.
Desde que estoy trabajando fuera él está más unido a su padre al que antes ignoraba (cosa de la que me alegro) a sique durante todo el paseo que dimos fue agarrado a él tan contento, luego empezó a jugar con Princesita llegando a un punto en que empezaron a correr entre la gente y a desobedecer, por miedo a perderlos les agarramos de la mano y les advertimos que si seguían portándose así no íbamos a cenar, la cuestión es que por algo que no recuerdo les castigamos sin irnos de tapas (que es lo que íbamos a hacer y les encanta) y entonces Repollete se tiró al suelo a chillar y llorar y revolcarse como cual croqueta… no éramos capaces de agarrarlo y ponerlo de pie, ni de calmarlo ni de meterlo en el coche ni de nada. Unos chicos en la puerta de la frutería sonreían con esa sonrisa de “si, esto que te está pasando yo ya lo he vivido, te compadezco”. Papimelli y yo intentábamos meter en el coche a Repollete lleno de ira y de enfado, Princesita miraba la escena perpleja, una señora se nos acerca.
La señora enfundada en un abrigo de piel (a saberse cuantos bichos habían matado para hacerlo) va y nos dice: “Perdonar…. Es que estaba en la tienda y estábamos todos oyendo y estábamos preocupados…. ¿Qué le pasa?”.
La pregunta me pareció absurda y fuera de lugar…. Vamos a ver…. Ves a un niño berrear como un loco, y a sus padres intentando no perder los nervios y te acercas ¿a que?... Yo no contesté, intentaba calmar al niño, diciéndole que las cosas no se piden llorando, que si grita no le entiendo…. Y mientras una señora cotilla mirándonos y casi juzgándonos…. Igual somos los únicos padres del mundo cuyo hijo tiene una rabieta, igual los hijos de esta señora jamás tuvieron rabietas. Posiblemente muchos de los que allí veían la escena de mi hijo poseído pensaron que ¡menudos padres! O algo parecido. Porque desgraciadamente al ser humano le encanta juzgar y dar opiniones no pedidas. Mire señora…. No pregunte si viene ayude y si no quédese en la tienda donde estaba calentita. ¿nunca ha visto a un niño con una rabieta?
REpollete no suele tener rabietas, bueno yo diría que nunca las ha tenido, pero a riesgo de quedar como una prepotente mejor diré que no suele tenerlas. En la calle jamás… eso fijo, es un niño al que si dices no se queda con el no aunque antes te pregunta ¿Por qué? No es un niño que suela pedir nada y verlo así me dio miedo.
El resto del fin de semana fue una rabieta continua. Intenté dialogar con él…. Y al final simplemente le dije que si durante la semana estaba triste o enfadado que le pidiera a su papá hablar conmigo y que juntos me llamaran por teléfono.
Yo que soy muy dada a culpabilizarme he pensado que quizá nota algo la ausencia de su mami y la falta de mimos, en cambio este fin de semana todo ha estado perfecto en todos los sentidos. Intento que él exteriorice lo que le preocupa, pero no dice nada.
En cambio Princesita es otra cosa… ella me preguntó por qué iba a trabajar, yo le expliqué que los papas y las mamás van a trabajar a cambio de dinero, con ese dinero se puede pagar el vivir en una casa, tener luz y agua, comida y ropa y además comprar juguetes.
Ella me miró y me respondió: “Mami, yo ya tengo muchos juguetes”
Y a mi, se me rompió el alma, porque tiene razón, porque lo material no suple la ausencia de su madre.
La rabieta de Repollete me dejó destrozada y con un sentimiento difícil de explicar, la conversación con Princesita me hizo darme cuenta de lo listos que son los niños y de cómo para ellos el mundo es mucho más sencillo.
Solo quedan dos meses, dejaré el trabajo de mi vida para estar con mis hijos que realmente son lo más importante de mi vida. Es una pena, no poder tenerlo todo en el mismo sitio y al mismo tiempo.
Repollete sigue estando igual de empalagoso… nada ha cambiado, yo solo recuerdo la que montó en medio de la calle en una zona céntrica… y se que a muchas de vosotras os habrá pasado, pero a mi en cuatro años nunca. Ahora me mira, abraza y besa y me dice: “no voy a volver a llorar por una tontería, no me gusta verte triste”.